12|Ojos Rojos.

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Capítulo 12:

"Ojos Rojos".



- Promete que me escribirás.

- Sabes que lo haré, promete tú que lo harás - reclamó Hermione.

Hice una mueca. No estaba muy segura de querer hacerlo.

- Bien, pero no mucho.

Ella largó una carcajada y con una sonrisa amistosa, contestó - Me iré al tren. Te extrañaré, mejor amiga. Y ten por seguro que sabrás de mí en Navidad.

- Yo también lo haré, adiós.

- ¡Y ten vigilado a Harry y Ron por mi! - gritó, justo antes de agarrar su mochila y marchar escaleras abajo.

Me quedé en el dormitorio sola, Lavender y Parvati también se habían ido, por lo que dormiría sola por varios días.

¿Me dijo Mejor Amiga? Eso escuché, por lo que mi estómago dio un vuelco cuando reaccioné por fin. Ella me consideraba su mejor amiga. Y yo también lo hacía.

Diez minutos después bajé al gran comedor, buscaría a Percy para hablar sobre los regalos que le mandaría a Charlie por Navidad, pues le había comprado una capa escarlata con el logo de Gryffindor, a pesar de que él ya había terminado el colegio. Pero en lugar de encontrarlo a él, visualicé a dos chicos sentados al final de la mesa de Hufflepuff. Harry y Ron jugaban a, por lo que pude ver, ajedrez mágico.

- Te va a dar una paliza, Harry - exclamé nada más llegar.

- Recién estoy aprendiendo. ¿Hay algo que no tenga vida en este mundo?

Harry se veía asombrado, y no era para menos ya que yo también muchas veces me sorprendía y eso que viví toda mi vida en el mundo mágico.

- El director Black - menciono sin darle importacia - Ah, no. Él murió, pero su cuadro está en la oficina del director. No lo sé, ¿los cuadros tienen vida propia? Una vez escuché que son el recuerdo de una persona. ¿Cuando mueres te vas a vivir a un cuadro, o eres fantasma?

- ¿Cómo?

Ron le hizo señas a Harry para que juegue, y mientras el azabache pensaba su jugada, Ronald y yo retomamos un nuevo tema de qué hablar.

- Ella vino aquí hace unos minutos, nos recordó por quinta vez que debemos buscar más sobre Flamel en estás vacaciones.

- A mi no me lo dijo - reí - Bueno, digamos que apenas tenía tiempo para ir hasta el tren. En realidad todavía no salió, pero sabes cómo es ella. Quiere tener tiempo para estar lista para el viaje.

- ¡Pero si todavía falta media hora para que el tren marche!

Alcé los hombros sin saber que responder. Luego de eso, Harry derrotó una pieza negra de Ron, y éste le derrotó dos blancas de vuelta.
Quedamos en que iría a buscar algo de comer a las cocinas, puesto que yo era la que socializaba con los elfos, según Ron. Harry, en cambio, ni siquiera notó cuando me fui.

Justo cuando salía del gran salón, directo al hall, unas manos me agarran del brazo y me doy la vuelta dispuesta a dar un puñetazo del el susto.

- ¿Vas para el tren?

Al darme vuelta, me encuentro con los ojos grises de Draco Malfoy, príncipe de Slytherin, con una sonrisa divertida. De inmediato recuerdo las quejas de Ron y Harry de la noche anterior y un sentimiento de culpa me invade por completo.

- No. No iré - él me miró confundido - Mi tía me mandó una carta ayer diciendo que no podría venir, pero que podía ir yo a la casa de mi prima, en Francia.

Hannah Black En Hogwarts | Libro 1, 2 Y 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora