Hannah Black En Hogwarts | Libro 1, 2 Y 3

20|Cumpleaños.

La Camara de los Secretos

Capítulo 20:

"Cumpleaños".

El cumpleaños de una persona es un día completamente dedicado a ella. Es un día de festejo junto a sus seres queridos, a los que más cariño les tienes. Un día especial, donde todas las personas dicen cuánto significas para ellas y te desean una vida llena de alegría y felicidad.
Cuando eres niño solo importan los regalos. No valoras todo lo que tienes y las personas que en ese momento están.

Pero a medida que vas creciendo, las cosas van cambiando.

Cuando era niña, todos los años venía el papá de tía Christine (yo le decía abuelo Bob) y me regalaba una pulsera, siempre de un color diferente. Cuando era niña, Damien y Tyler eran inseparables, entre los dos me daban todo el amor que podía desear un persona. Cuando era niña, la abuela Anna tenía una hermosa sonrisa que iluminaba su rostro.
Pero yo ya no soy una niña. Ya nada es como antes. Las pulseras dejé de recibirlas, Damien ya no está, y la sonrisa de la abuela Anna ya no existe.

Mi cumpleaños número doce fue gratamente agradable.
Diferente, de alguna manera.
Tía Christine envío tarjetas de invitación a todos mis compañeros de Gryffindor: Dean, Seamus, Lavender, Parvati, Neville y Hermione y Harry, mis mejores amigos, Lee Jordan y Allen Corey. El combo Weasley fue invitado con anticipación, pues Molly ayudó con las preparaciones y a sus hijos los conozco desde los cinco años.
A Draco Malfoy también lo invité pero lamentablemente estaba de vacaciones en Francia y su excusa fue: "No me gusta estar rodeados de Gryffindors".

Lo lamentable de todo, fue que Harry, quien no contestó ninguna de mis cartas durante diez días, no asistiera.
Por lo demás, fue excelente. Tía Christine compró muchos tipos de caramelos y golosinas, tanto muggles como mágicos; jugamos al Snap explosivo; Los gemelos Fred y George hicieron una imitación perfecta de todos los profesores de Hogwarts, nuestro colegio; y tía Andrómeda me regaló una boina que se convirtió en parte fundamental de mi vestimenta.
Al final del día Lavender, Parvati, Hermione y Ginny Weasley se quedaron a una pijamada.

Tía Christine hizo de mis vacaciones una de las mejores:
Mi tía Leyla había tenido a su primer bebé hace unos meses, por lo que éste era la nueva exhibición cada vez que la familia Bonnet se juntaba.
La abuela Anna se lució a la hora de tejer unos gorros de lana (a los que le dedicó más de dos semanas), y a la hora de darnoslo a cada uno de nosotros, todo se convirtió en risas puesto que ella había olvidado que estábamos en pleno verano.
También fuimos una semana a Italia, solo Christine, Tyler y yo, justo después de mi cumpleaños.

Y cuando no tenía nada que hacer, simplemente tomaba un puñado de polvos flu y aparecía en la Madriguera, la casa de los Weasley.

***

-- Me preocupa Harry, Ron. Me dijo que iría a mi cumpleaños y no fue. Sabes muy bien como son sus tíos.. --abrí mis ojos de sobremanera-- ¡¿Y SI LO MATARON?!

-- Lo dudo mucho --contestó Ron, pero su rostro decía todo lo contrario-- Dumbledore acabaría con ellos si así fuera, y sus tíos deben saberlo. Además, Hannah, seguro es Errol. Está muy viejo y ya no puede hacer un viaje tan largo sin descomponerse en el camino.

- ¡Pero tenemos a Ara! Ella sí está en buena forma y tampoco llega con una carta o algo parecido.

Era treinta de julio y estábamos en el callejón Diagon. Hermione se había ido de vacaciones a Alemania, y Lavender y Parvati estaban en el mundo muggle. Por lo tanto, solo éramos Dean, Seamus, Ron, un niño llamado Alex y yo quienes estábamos celebrando el cumpleaños de Neville.