13|Navidad.

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Capítulo 13:

"Navidad".



El profesor Quirrel era el único que habitaba ese oscuro y desolado pasillo. Estaba de perfil, como si estuviera mirando algún cuadro colgado. Pero no había ninguno.
Me acercaba a paso lento hacia él, algo confundida, pero parecía que era incapaz de pronunciar palabra. Sentía la intriga hacia ese profesor, confusión y curiosidad.
De pronto, el profesor dio media vuelta, pero en vez de mirarme a mi, se posicionó dándome la espalda.
Nunca llegaba a su lado. Caminaba y caminaba, pero cada vez el camino se hacía más largo.
Entonces, una puerta que no había visto, como si hubiera aparecido de la nada, se abrió y de ella salió Snape, con su mirada severa, rostro arrogante y sin emociones. Clavó su mirada en mi y yo, antes de poder reaccionar, sentí un sacudida en mi hombro.



***



Las sacudidas se hacían más y más fuertes, y a lo lejos se empezaron a escuchar voces cada vez más cercanas.

- ¡Hannah! ¡Vamos, despierta!

Abrí los ojos poco a poco, la luz del sol me daba directo en la cara y eso lo odiaba. Unos segundos después, pude divisar la figura borrosa de Ron mirándome sonriente.

- ¡Es Navidad! - susurró como si fuera un secreto, feliz como si fuera un niño de cinco años.

De pronto se escucharon ruidos en la cama del frente. Harry estaba despertando.

- ¡Feliz Navidad!

Y mientras Harry se levantaba y ponía la bata, yo echaba a Ron de su cama y así estirarme un poco más.

- Para ustedes también - el rostro de Harry se iluminó - ¡Miren esto! ¡Tengo regalos!

Yo sonreí, Harry me había contado que nunca recibió un buen regalo de Navidad, debía de estar muy contento.

- ¿Qué esperabas, gnomos?

- Vamos, ¡abranlo! - salté de la cama y me puse a buscar mis regalos, a un lado de la cama de Neville.

Eran unos diez, quizás once. Más de la mitad eran de la familia Bonnet. Tía Christine me regaló 2 galeones para gastarlo en lo que yo quiera.

Un sonido medio desgarrador llegó a mi oídos, y pude notar a Harry tocando una flauta de madera.

- Es de Hagrid - dijo.

El sexto regalo que abrí fue de Molly, un jersey Weasley tejido a mano de color celeste. Bill también me envió uno, unos jeans muggles.

Había una bolsa de cartón blanca, con un enorme moño que la ordenaba, dentro había un cuadro de madre refinada, con una foto de Draco y yo haciendo caras raras en las afueras del bosque prohibido. Recuerdo ese día, fue una semana antes de que empezarán las vacaciones de Navidad y la cámara se la habíamos pedido a la profesora Sprout.
Guardé el cuadro dentro de la bolsa y la escondí en una de las cajas para que los chicos no la vean. Todavía no les había contado sobre mi amistad con el rubio y temía que se lo tomarán a mal y no me hablen más.

Miré la caja más grande de entre todos los demás regalos. La abrí, emocionada, para descubrir un enorme peluche de un dragón.
Entonces me sonrojé sin saber siquiera la razón. Era de Charlie, mi Weasley favorito.

- ¡Wow! - me di la vuelta, pensando que hablaban de mi enorme peluche, pero ambos chicos estaba mirando algo en la mano de Harry - ¡Que raro! ¡Y que forma! ¿Esto es dinero?

Hannah Black En Hogwarts | Libro 1, 2 Y 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora