Capítulo XIX Eliminando a los enemigos. Parte II

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La sala donde me encontraba estaba llena de murmullos. Por primera vez en tanto tiempo alguien se atrevía a hablarle como yo le había hablado al Líder de Atlantis. Achim Lenuke me veía como si deseara estrangularme, lo había dejado en ridículo, y sé que me hubiese matado en ese lugar si no estuviésemos rodeados de tantas personas. Sekora estaba pálida y se miraba confundida.

La razón de que Achim estuviera tan tenso yo lo sabía. Lo había descubierto en ese mismo momento. Achim había dado en sacrificio a los demonios a los padres de Sekora, todo para poder mantenerse en el poder tanto tiempo. Podía verlo en sus ojos, esa era la razón de que estuviera más firme que nunca.

Los rituales de magia negra siempre ameritaban sangre, y si era de alguien tan cercano como su hijo y su nuera sería más eficaz. ¿Cómo había ocultado la verdadera razón de la desaparición? Fácil, los mandó al campo de batalla, donde los capturaron y se llevó a cabo el ritual y para tapar todo, dijo que los enemigos los habían masacrado.

― Orden, orden. Por favor ―dijo el juez Burkhardt, quién por lo que notaba, no estaba enterado de nada y se veía tan confundido como todos.

― Cierra tu boca, muchacha. Que seas hija de un arcángel no te da derecho a hacer falsos juicios sobre la gente. Yo no he asesinado a nadie de mi sangre.

― Nunca mencioné un asesinato ―dije mirándolo, había caído en mi pequeño juego psicológico como las moscas en la miel. Me miró con ojos psicópatas, su rostro empezaba a enrojecer y a deformársele a causa de la rabia. Casi parecía que se convertiría de un momento a otro en un demonio y me desgarraría la garganta.

― Pueden contemplar a una chiquilla dolida e incitadora al irrespeto a la autoridad, por el simple hecho de que se cerró el caso del accidente de su hermana. Instigadora. Corrupta. Rebelde. Tiene un plan para acabar con nuestra paz y con toda Atlantis ―golpeé con fuerza el escritorio donde me encontraba y me puse de pie. Había tocado mi punto débil y me estaba sacando de mis casillas.

― ¿¡Accidente!? Ella fue asesinada. Y usted era el responsable de resolver el homicidio y hacer justicia. Para algo fue elegido como Líder, para que hiciera lo que debe hacer, proporcionar al pueblo de Atlantis la seguridad que merece. No la mediocridad en la que trabaja.

Las personas detrás de mí pronto empezaron a protestar a mi favor hasta que el ruido era ensordecedor, a tal grado que la potente voz del juez Burkhardt y su martillo no se escuchaban a pesar de que golpeaba con el repetidamente. Sabían que estaba en lo correcto.

Él como nuestro líder nos debía protección. Nosotros no le servíamos a él, todo lo contrario.

― Esto es lo que quiere esta...esta corrupta. Ella desea tenerlos así, desafiándome y poniendo en duda todas las cosas buenas que he construido para ustedes. Quiere desatar una guerra para acabarnos y hacerse ella con el poder ―gritó Achim Lenuke por encima de la gente.

― En ningún momento he deseado poder. No vivo de eso ni pienso hacerlo. Solo pido justicia para mi hermana. Y no descansaré hasta obtenerla.

― ¿Cómo te atreves a desafiarme, criatura inmunda?

― Lo desafío con toda la autoridad que tengo, no como Peregrine la hija del arcángel, sino como la nefilim que busca justicia. Todos merecemos eso. ¿O es que acaso usted no movería cielo y tierra si lo que le ocurrió a mi hermana le hubiese pasado a su nieta? ¿Acaso habría esperado a llegar a esto? Yo no lo creo.

― No me extraña que por venganza en contra de mí atentaras en contra de mi pobre nieta.

― Mis diferencias entre ella y yo están muy separadas de esto. No quiera mezclar las cosas.

― Ésta es una prueba más de que ésta niña es un peligro para nuestro pueblo. ¿Cómo se le puede dejar tanto poder como es el de ser líder de Atlangel? Está más que claro.

― Es mi deber exigirle que haga justicia, como estoy haciendo hoy yo aquí, así como es su deber atender a mi llamado. No se comporte como un dictador.

― ¡Me comportaré como a mí se me dé la gana! ―gritó― Yo soy el Líder de Atlantis y yo haré lo que crea conveniente para el bien de Atlantis. Y si tengo que ser visto como un dictador, que así sea.

― Abuelo, ya basta ―dijo Sekora aturdida. ¿Ella estaba...defendiéndome? ¿Después de todo lo que había pasado entre ambas? ¿Después de todo lo que me había hecho?

― ¡Cállate, Sekora! ―Achim había perdido los estribos.

― ¿Por qué no tiene derecho de oponerse? Por muy que sea su nieta, tiene derecho de oponerse a usted.

― ¿O es que vas a asesinarme como lo hiciste con mis padres? ¿Me asesinarás a mí también por oponerme a lo que estás haciendo? ―Achim velozmente se había posicionado frente a su nieta. Levantando su delgado brazo se disponía a golpearla frente a todos nosotros.

― No se atreva a hacerlo ―dije sosteniéndole la huesuda mano con toda la fuerza que mi ira me permitía. ¿Estaba defendiéndola? ¿A Sekora? ¿¡Qué demonios me ocurría!?

― Peregrine Miracle ―dijo Achim lentamente con la voz que tendría un poseso― Quedas expulsada de Atlangel y desterrada de Atlantis, por el resto de tu vida. Sin derecho a protección una vez que seas echada de aquí.

Me quedé estática al escucharlo. Desterrada. Eso significaba que no volvería más nunca a mis tierras. No volvería a Atlantis, me prohibirían usar los portales y todos y cada uno de mis logros serían obviados.

― Esta es su venganza, ¿no? Porque sabe que lo he descubierto. Sabe que descubrí que es parte de la Sociedad Demon Tenebres. Usted y muchos de ustedes ―dije señalando a todos los superiores de la corte― Trabajan para los demonios, nos están llevando a la ruina. Se hacen llamar los Aliados. Y trabajan para Lumian, el hijo de Lucifer ―por proteger a Sekora me descuidé y la mano de Achim se estampó con fuerza en mi mejilla derribándome hasta caer al suelo.

― Guardias, sáquenla de aquí. Y cerciórense de que no vuelva.

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Ohhhh shit... ¡Que fuerte! ¿Se imaginaron que el gran Líder de Atlantis estuviese involucrado con los Aliados? O peor aún... ¿Se imaginaron a Perry defendiendo a Sekora? Eso si hay que verlo para creerlo. Bueeeh... Es mi deber notificarles que ya estamos llegando al final de esta historia (y eso que aún falta muchísimo que resolver... MUAHAHAHA) ¿Quieren otro capitulo? Ya saben que hacer :3 (comentar, dar me gusta, compartir con sus amigos esta historia y seguirme)

Un beso ENOOOORME.

E.R.

La Guardiana de Atlantis | INLUSTREM #1 Copyright ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora