Tormentas y demás pensamientos de madrugada.

veinticuatro.

No te voy a decir que voy a estar aquí siempre porque eso me recuerda a los militares jurando bandera y ese tema no me va.

No voy a ser la mejor, y lo más probable es que me equivoque en el peor momento.

No voy a despertarme con buena cara y con un beso sabor a fresa.

Pero lo que sí sé es que te voy a amar mucho.

Te voy a amar por encima de las posibilidades que tengo de amar a nadie.

Voy a gritar y a llorar desesperadamente en una pelea que nos deje sin aire, sintiendo que se me salen los huesos de la piel, y voy a ir a abrazarte justo cuando acabemos para que sepas que; después de todo, sigo ahí.

Me reiré de tus chistes malos y de tus caras graciosas en situaciones serias.

Me perderé en tus ojos para encontrarme en tu boca.

Y te querré, y tú harás lo mismo porque confío en tu capacidad de ofrecerme amor;
y estaremos juntos todo lo que tengamos que estarlo,
sin juramentos,
sin pre-tensiones.