Me he despertado esta mañana en una cama que no era la mía,
en unas sábanas incómodas.Golpes secos martilleaban mi cráneo.
Los chupitos de ayer martilleaban mi cráneo.11:43.
Doce mensajes tuyos, tres llamadas perdidas a las cuatro y media pasadas y entonces,
el abismo ante mis pies.Me preguntas por qué te llamo cuando voy borracha,
por qué te echo de menos siempre que voy bajo los efectos del alcohol.Por qué lloro cuando me contestas.
Por qué te digo que no puedo más.
Por qué me río cuando bostezas y me dices que tú también me quieres.He salido del garito dando tumbos y pasos en falso con tu nombre borroso en la pantalla del teléfono.
La gente está fumando fuera y me pitan los oídos.
Necesito escuchar tu voz.
Que vengas a por mí y me beses después de gritarme por ir así de borracha.
Que me seques las lágrimas y me abraces entre el humo de los cigarros.
Que entres conmigo de la mano de nuevo,
o que me lleves a dar una vuelta.Pero no lo haces.
Y yo te llamo.
Pero a la primera no me lo coges.
Y te mando un mensaje mal escrito porque el mareo no me deja pensar con claridad.
Y empiezo a llorar y la pantalla del teléfono se empapa de desesperación al no tener tus labios.
Y me llamas.Y me preguntas si te echo de menos porque he bebido,
o si he bebido porque te echo de menos;
pero no lo sé,
supongo que ambas a la vez.
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Tormentas y demás pensamientos de madrugada.
PuisiEsto no es nada. Ni todo. Es lo que es. Lo dicho; esto no es nada. #1 POESÍA 23.12.16