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El hombre con la mascara de gato estaba detrás de Izaya,  ambos sentados en el sucio suelo, este tenia al informante sobre sus piernas y lo abrazaba posesivamente

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El hombre con la mascara de gato estaba detrás de Izaya, ambos sentados en el sucio suelo, este tenia al informante sobre sus piernas y lo abrazaba posesivamente.

-Quedan nueve semanas a partir de hoy, y creo que comienzo a encariñarme contigo- dijo seductoramente, sus manos enguantadas comenzaron a recorrer el cuerpo de Izaya quien parecía inconsciente, respiraba con dificultad y su rostro no mostraba ningún gesto.

Su pierna izquierda estaba fatal, descalzo y con la mitad del pantalón rasgado desde la rodilla hacia abajo podía apreciarse un enorme moretón casi de color negro que abarcaba la totalidad de la pierna, aquella que Dana había roto en el anterior video.

-¿No crees que pueda hacerle daño si sigues administrándole esa droga cada que puedes? - Dana al fondo de la habitación hablo con un tono de aburrimiento, estaba recargada en una pared a lado de ellos y los miraba como si fueran un aburridísimo espectáculo barato.

-Espero que no, Iza-chan es fuerte, no caerá por solo unas simples drogas- seguido de esas palabras lanzo una gran risa, sus dedos recorrieron el rostro del azabache, delineó sus labios con cariño una y otra vez como si de pronto todas esas semanas se hubieran esfumado y solo quedara un joven sumamente enamorado del informante.

Acaricio su cabello (sucio ya por los días que llevaba en ese lugar tan deplorable) tomo cada uno de los mechones a su alcance, jugo con varios y los admiro todo lo que quiso.

-Eres tan lindo- susurro para el mismo y su acompañante.

-No- dijo Dana, frunció el ceño asqueada -No es lindo.

-Vamos Da-chan no seas así, admítelo, es muy lindo.

La mujer hizo un puchero, negó con la cabeza y se abrazo a si misma encogiéndose en el pequeño espacio en el que estaba.

La mascara de gato volvió la cabeza hacia Izaya, ignorando a Dana.

-Ella no tiene idea de que habla- rozo la clavícula del menor quien por primera vez reacciono soltando un suspiro pero siguió sin abrir los ojos, como si le costara hacerlo.

-¿No es así... Heiwajima Shizuo?- su tono de voz que era cariñoso y un tanto meloso desapareció, siendo remplazado por una voz seria y apagada.

El demonio reaccionando, se sentó derecha y dio una bocanada de aire antes de comenzar a hablar.

-Nadie podría pensar que la pulga es linda.

Izaya se encogió ante estas palabras, su entrecortada respiración se detuvo.

-Vamos no debes negarlo, Izaya tiene un hermoso rostro, ojos preciosos, mejillas perfectas- señalo la parte repleta de pequeños moretones y cortadas -una nariz adorable, labios tan excitantes que con tan solo verlos me dan ganas de hacerlo mío- seguido de eso acerco su rostro al de Izaya y lamió su labio inferior lleno de sangre.

Izaya gimió y por un momento pareció querer alejarse de su secuestrador.

La mascara se percato de esto y aplico mas fuerza al agarre sobre la cintura del informante.

-Shizuo, ¿Te parece si te llamo Shizuo-san?- esta vez no miro a Dana, esta tampoco se molesto en dar una respuesta, el sujeto miraba directamente a la cámara.

-Jonathan me trajo ayer un regalo, realmente no lo esperaba pero bueno, ese es el punto de los obsequios ¿No? La cosa es que quiero decirles algo a ti y a tus amigos...- su mano trazo un camino desde el pecho de Izaya hasta su estomago, de ahí fue bajando poco a poco hasta la entre pierna de Izaya quien pobremente trato de detener ese roce que le desagradaba tanto, su mano atrapo a la de la mascara quien ignorando la obvia señal del menor que le pedía detenerse comenzó a acariciar el miembro del informante.

-N-no- hablo por primera vez Izaya y abrió los ojos que brillaron inundados por las lágrimas.

-¿Eh? Pensé que ya no podías hablar-
-Estoy en la misma, esos gritos no me dejaron cerrar los ojos en toda la noche- Dana se inco en el suelo y a gatas se acerco hasta llegar a ambos hombres quedando precisamente frente a Izaya -Pero e de admitir estúpida pulga, que tus gritos de dolor me vuelven loco- susurro con un increíble tono seductor, y unió sus labios con los de Izaya.

La cámara grababa perfectamente incluso distinguiendo el gran sonrojo que se había formado en las sucias mejillas de Izaya.

-Quiero decir que están tardando más de lo que espere, las pistas las deje para facilitarles todo, saben quien soy pero no donde encontrarme ¿Todas sus mentes en conjunto no alcanzan?- dijo la mascara ignorando el beso que compartían sus compañeros.

-Izaya llora y grita, su cuerpo es débil y el lo sabe pero...¿Saben que no a hecho? Suplicar, no a rogado por piedad, no a pedido que lo mate, al parecer no esta dispuesto a dejar ese pequeño orgullo que le queda, admirable.

Dana rompió el beso, sus labios y los de Izaya estaban unidos por un delgado hilo de saliva.

-Patético- susurro la chica.

Soltó bruscamente al informante, se puso de pie y camino detrás de la cámara, se escucho como abrían una puerta y se cerraba inmediatamente.

Dana no regreso.

-A veces es aburrido- susurro la mascara, pero dejo de lado a la chica restándole importancia, recargo su mentón en la cabeza de Izaya, la diferencia de estatura se hizo obvia haciendo al azabache mucho mas pequeño.

-Te amo, te amo tanto- susurro.

-P-pues- comenzó en medio de jadeos el menor, tosió un poco y tuvo que hacer una pausa para recuperar aire -acostúmbrate a ser rechazado- concluyo.

Se hizo un breve silencio donde solo podía escucharse la débil respiración del informante.

Entonces la mascara comenzó a reír soltando a Izaya para abrazarse a si mismo en medio de inmensas carcajadas como si le hubieran contado un gran chiste.

-¡Definitivamente eres único!- grito, su voz hizo eco entre las cuatro paredes a su alrededor, Izaya nuevamente trato de alejarse, apoyo una mano en el suelo y se inclino hacia adelante, miro su pierna rota...mas de cerca se veía el hueso desviado.

El sujeto de la mascara paro de reír y volvio a envolver la cintura de Izaya, su cara quedo en el espacio entre el cuello y el hombro del menor, observo junto a el la fractura y esbozo una enorme y tétrica sonrisa.

-Te revise mientras estabas inconsciente- susurro y aprovecho la distracción o mas bien debilidad de Izaya y paso su lengua por el cuello de este quien cerro los ojos.

-Shizuo-san te rompió la tibia y peroné, creo que debemos curarlo pronto.

Mordió el cuello de Izaya.

Izaya gimió.

La mascara de gato llevo su mano hasta la pierna herida del informante y presiono sobre esta.

Izaya grito.

El llanto que había cesado hace minutos regreso, el menor llevo sus delgadas manos tratando de detener a su secuestrador, pero era inútil.

Su fuerza había muerto hace varias semanas...

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Como cuándo le rompes a Izaya los huesos que te rompieron a ti de chiquita :'v

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