A 4 semanas de lo que fue dado a conocer por las cadenas de noticieros como un "suicidio" la ciudad no podía estar mas tranquila.
Incluido Shizuo que al deshacerse de el mas importante enemigo de su vida, pasaba los días como si fueran los mejores.
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Se aferro a su mochila, el peso de los libros que uso en la jornada escolar le pesaron el triple de lo debido y sentía como si cargara con un cuerpo humano mas grande que ella.
Aoba a su lado la miro extrañado, Kururi no era alguien que demostrará abiertamente sus emociones, mas sin embargo esas ultimas semanas la había notado distante, en varias ocasiones le había preguntado el porque de su comportamiento pero solo obtuvo silencio por parte de la hermana Orihara.
Orihara.
Pensar en ese inusual apellido lo llevo al rostro burlón del informante que poco le simpatizaba.
¿Acaso se debía por ello?
Meses atrás la noticia del suicidio del chico era lo único que se escuchaba séase por las cadenas de información o en la calle, pero tanto el como varias personas se negaron a tomar aquel cuerpo deformado por la caída como el de Izaya Orihara.
Un dios no podia caer tan fácil...
Pero no se pudo evitar tomarlo como desaparecido, la inactividad del dichoso dios en la ciudad había creado un ambiente tranquilo que el agradecía.
"¿Donde esta ese bastardo?" pensó.
Aunque le costara admitir, le dejaba un agrio sabor en la boca cada que veía a las gemelas con la mirada perdida anhelar a su hermano extraviado, les tenia bastante cariño y aunque en un momento se planteo buscar al hijo de puta para gritarle en cara todo el dolor por el que pasaban las chicas, trataba de mantenerse indiferente.
Kururi por su parte, se mantenía callada todo lo que podia, le agradaba tener a su lado a Aoba preocupándose por ella, tenia tantas ganas por decirle todo, los videos, Matt, Dana...pero sabia que eso no era de su incumbencia, no quería molestarlo porque era un asunto solo entre ella, su hermana, y los compañeros de Izaya durante la preparatoria.
-Sigues distante- el peli-azul le dijo cuando salieron del instituto, atardecía y el aire era helado, Kururi se cruzo de brazos tratando de mantenerse cálida y miro a su amigo quien la miraba serio, sin esa sonrisa que siempre adornaba su rostro. -Nada- (no es nada) respondió ella.
Los ojos marrones del líder de los cuadrados azules recorrió su rostro unos segundos antes de volver a decir.
-¿Tiene que ver con tu hermano no?
Kururi, quien siempre procuraba no mostrar ninguna expresión abrió los ojos como platos, en el transcurso de todas esas semanas Aoba nunca había mencionado a Izaya y la pregunta la tomo por sorpresa.
Asintió esperando que ese gesto satisficiera al joven.
Así fue, su compañero miro el suelo unos momentos y después le dedico una sonrisa a la chica.
-Todo saldrá bien, ¿sabes? Tu hermano no me agrada para nada pero se que el no caería tan fácil como para llegar al suicidio, ese sujeto se quiere demasiado, te apuesto la mitad de mis ahorros a que pronto aparecerá y comenzara a pelearse con Heiwajima Shizuo como siempre- exclamo.
