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El cuerpo de Dana giro al momento de alzar una pierna y propinar una fuerte patada contra el abdomen de Izaya

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El cuerpo de Dana giro al momento de alzar una pierna y propinar una fuerte patada contra el abdomen de Izaya.

-Me habían dicho que eras fuerte pero ahora parece una broma- resoplo la chica, saco un trapo húmedo del bolsillo de su falda y limpio el sudor de su frente suspirando de alivio y cerrando los ojos gozando un poco de la sensación de humedad contra su piel caliente.

El cuerpo de Izaya se sacudió y encogió ante el dolor, una vibración y tosió sangre manchando parte de su ropa y los zapatos de la chica quien apenas pudo retroceder, una mueca de asco cruzo su rostro y lanzo otra patada esta vez al rostro del joven informante quien no podía resistirse pues todo su cuerpo era sostenido por Jonathan y Matt.

-Recuerdo en la escuela verte golpear a un chico de primer grado, así que pensé que seria interesante de verte tratar de herirme, pero ahora me doy cuenta de que en nuestros encuentros lo único que hacías era huir y huir una y otra vez.

E Izaya sonrió, porque era precisamente la verdad que había esperado escuchar de la boca de Shizuo, solo escapaba, porque sabia que si alguna vez trataba de darle la cara a esa bestia no seria lo suficientemente fuerte.

Por que era humano.

-Ah, parece que acertaste- canturreo.

Miro a Matt dedicándole una sonrisa, los ojos rojizos de este parecieron brillar con mas intensidad y daba la impresión de que esos dos parecían entenderse lo suficiente para eliminar las palabras, el joven asintió y toco el codo de Jonathan, ambos soltaron al menor quien poco a poco y algo agradecido de que sus piernas se hubieran recuperado en parte se levanto tambaleándose levemente, miro a Dana/Shizuo y se coloco en posición de defensa.

-Por eso quiero probar ahora.

La chica fue la primera en moverse, agachándose con la plena intención de golpearle en el estomago.

Pero no paso.

Izaya salto hacia atrás a centímetros de ser herido, parecía que iría a tropezarse y caer de espaldas pero logro sostenerse y recuperar el equilibrio, volvió a la misma posición esperando otro ataque que vino casi enseguida.

Y volvió a evadirlo.

Matt detrás de el abrió la boca sorprendido.

Paso el peso de su cuerpo de un pie a otro ya que si duraba mucho comenzaba dolerle, su cuerpo le recordaba que aun seguía mal y no debía excederse, llevo una pierna hacia atrás y con iniciativa alzo un puño, fue bastante rápido...Dana apenas pudo reaccionar y aquel puño ya se había estrellado en su mejilla, ahogo un grito.

Aun podía hacerlo, una sonrisa de plena felicidad se instalo en los labios del azabache, una risilla que encanto a Matt y volvió a tratar de golpear a la chica siendo exitoso una vez mas, el dolor pronto fue siendo cada vez mas débil y se sintió como nunca, aun podía dar pelea a Shizuo, aun podía ser como antes.

Esquivo, golpeo, esquivo, pronto se volvió fácil como los patrones en un videojuego de pelea, pero Dana no se quedaba atrás pues también lograba asestarle puñetazos en cualquier parte de su cara y cuerpo.

Se agacho cuando una nueva patada de la chica iba a hacia el, sus brazos se colocaron en sus caderas y empujo haciéndola caer al suelo con él encima.

Se coloco sobre ella/el y lanzo otro golpe.

"Aun puedo" pensó sintiéndose mas vivo que nada desde hace semanas, su sonrisa se ensancho mas y comenzó a reír.

-Je, creí que este video seria un castigo hacia ti Iza-chan pero ya veo que Shizuo la esta pasando peor que tu- dijo Matt colocándose detrás de el menor abrazándolo en el acto cariñosamente, Izaya sin dejar que un brazo presionara sobre el cuello de Dana cerro los ojos como si agradeciera el contacto.

Porque entonces lo entendió, como si la verdad hubiera estado bajo una manta y esas palabras hubiera hecho que cayera.

No era Shizuo.

No podría haber sido tan fácil, llevaba conociéndolo y "acosándolo" desde hace años, conocía todas sus fuerzas y debilidades, las cosas que le agradaban y lo que no soportaba, reconocía que nadie en el mundo seria capaz de darle una digna pelea, solo el pero lo único que hacia era evitar golpes y salir corriendo.

Ni aun en el mejor o peor de sus sueños podría derrotar a Shizuo.

-¿Quien eres?- dijo al señor extraño, el rostro de Shizuo hizo una mueca.

-Dijiste que no lo descubriría- dijo el, y al momento de parpadear la persona bajo de el ya no era aquella bestia que solía querer, si no una chica de pelo rosado y ojos similares a los suyos que le miraban con odio.

¿Así que todo había sido una mentira?

¿Que era esa cosa que pudo hacerlo caer tan fácil?

¿...Donde estaría el Shizuo verdadero?

...

-Matt- gimió, soltó a la chica y se giro para abrazar al nombrado quien le correspondió de inmediato.

Se sentía...raramente cálido.

Y le gustaba.

-Bueno, con esto damos por concluido el maratón de cuatro videos en un solo día, lamento dejarlos sin su diversión por tantas semanas pero créanme por favor cuando digo que es necesario, todo esto llegara a su fin pronto-

19

Jonathan apago la cámara y se la llevo fuera del cuarto junto a Dana quien le maldijo antes de salir y cerrar la puerta con furia, su pequeña humillación no le pareció en lo absoluto divertida y se aseguro de hacer pagar a su jefe después.

Matt tomo su rostro y beso la punta de su nariz seguido de sus labios que saboreo como si fuera la primera vez, Izaya gimió y correspondió obediente.

Porque le encantaba como se sentía, quedo en el olvido el momento cuando le empezó a gustar eso, sabia que estaba volviéndose loco y le asustaba la idea de caer finalmente ante su amigo de infancia, pero le asustaba mas que eso terminara por dejarle de importar, sintió un leve dolor cuando el mayor le mordió el labio interior y el abrió la boca en respuesta sintiendo la cálida lengua de el tocar la suya.

-Me duele que me aceptes justo cuando debo de irme- le susurro Matt cuando se separaron -¿pero sabes que eso no va a cambiar nada verdad?-.

Asintió.

Vaya que lo sabia.

Había tenido tantos cambios en solo ese día para dar fruto a cuatro videos ya que Matt saldría de viaje, no sabia a donde y no pensaba preguntar.

Perdió a Mairu por culpa de la persona a quien abrazaba.

¿Porque no le importaba?

No podía culparlo, no podía simplemente, había tantas cosas en su cabeza que decidió dejar de molestarse en ellas.

Y solo pensó en Shizuo verdadero, su rechazo, su odio hacia el.

Matt lo reconfortaba porque le daba lo que nadie nunca hizo.

Este beso su nariz.

-Nos veremos en cuatro semanas- le dijo y salió del cuarto quedando Izaya nuevamente solo.

Le quedaban 8 semanas de vida.

Quiso que ese tiempo fuera más corto...

"19"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora