A 4 semanas de lo que fue dado a conocer por las cadenas de noticieros como un "suicidio" la ciudad no podía estar mas tranquila.
Incluido Shizuo que al deshacerse de el mas importante enemigo de su vida, pasaba los días como si fueran los mejores.
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Y de nuevo nada.
La llamada con Namie había sido un desastre, esa tarde fueron al departamento de la mujer con la vaga esperanza de que por fin una pista saliera a la luz y los guiara a una respuesta.
Era como estar ante millones de caminos diferentes, donde uno solo te llevaba a casa, simplemente no se podía iniciar sin dudar sobre algo y el temor a equivocarse, terminar perdido o en las garras de un ser desconocido estaba presente a cada paso que se daba y te obligaba a regresar al inicio para tratar de pensar con muchas mas precisión.
Solo que aquí el tiempo estaba medido.
La antigua secretaria los recibió amablemente, les ofreció una bebida de la cual solo Kadota había aceptado un vaso con agua, no por cortesía, sabia bien que su amigo cuando se ponía nervioso tendía a beber mucho, no hablaron de más, ella sabia que a ellos les importaba solo saber si había respuestas.
No las hubo.
Namie hizo milagros con sus contactos para acceder a partes de las cámaras de seguridad de la zona donde Izaya vivía mostró que nadie salió del departamento durante todo el día del secuestro, paso lo mismo con ventanas y entradas traseras.
Parecía como si se hubieran tele transportado de un lugar a otro facilitándose y evitándose la necesidad de salir.
Pero Shizuo y los demás sabían que era una mentira.
La hora fijada entre las 6:00pm y las 6:25pm de las grabaciones desapareció por arte de magia, no sabia y ni le interesaba el como ese sujeto había logrado tener acceso a las cámaras, solo logro aumentar su desprecio hacia Matt y la desesperación de ver que su tiempo se acababa.
La vida de Izaya.
-Supongo que no puedo hacer mas por ustedes, digo...por él- aunque trato de sonar como si no le importaba, cierto tono de preocupación vino en la voz de la castaña, era evidente que aunque quisiera ocultarlo le preocupaba Izaya.
Y así se fueron dos semanas consumidas rápidamente por el trabajo y los deberes que les impedían seguir investigando, cada uno con un trabajo, con compañeros que los requerían, por más que todos lo quisieran no podían dejar de lado su vida, solo las gemelas parecieron negarse a continuar con su día a día encerrándose en su departamento y negándose a abrir a nadie que no fueran ellos, Shizuo cuando fue a verlas en una ocasión vio una pila de papeles ante la puerta de su departamento, cuando los recogió vio que eran sus deberes que seguramente un compañero (Aoba) había llevado, una nota al final decía que esperaba que las chicas se recuperaran pronto fuera por lo que estuvieran pasando.
No hablaron mucho, Shizuo iba de camino a su trabajo pero decidió que quería ver como estaban las jóvenes, no las había visto mucho y estaba consiente de que eran las que peor lo estaban pasando, un "hola" y un "¿están bien" fue todo, a el nunca se le dio mucho consolar a alguien, no iba con su personalidad y mas bien se había acostumbrado a que a el lo consolaran, recalcó que tenían todo su apoyo y rechazando quedarse a comer se fue.
