A 4 semanas de lo que fue dado a conocer por las cadenas de noticieros como un "suicidio" la ciudad no podía estar mas tranquila.
Incluido Shizuo que al deshacerse de el mas importante enemigo de su vida, pasaba los días como si fueran los mejores.
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-¿Sabes? Lo primero que esperaba al despertar era un buen desayuno, no se...quizá el beso de una linda enfermera deseándome los buenos días ¡pero no esto!
Shinra a veces creía que Shizuo llegaba a ser demasiado impulsivo, lo había demostrado hace unos minutos cuando lo había levantado por el abrigo, aun así le gustaba creer que era por que sus emociones eran mas fuertes que el, y no sabia bien si alegrarse o asustarse de que en los últimos días su amigo actuara tan a la defensiva a penas uno de ellos nombraba a Izaya.
No era precisamente su plan que esos dos se llevaran de maravilla al instante de presentarlos, los conocía a cada uno lo suficientemente bien para saber que si uno no atacaba primero el otro lo haría, algo así como perro y gato.
La idea de que sus dos amigos se llevaran bien era mas una fantasía , aun así había decidió que no perdía nada con intentarlo , y al no resultar solo dejo que la vida siguiera su curso como si nada, con su propio ser en peligro de ser aplastado por algún objeto de enorme tamaño, afortunadamente nada de eso paso.
Que Shizuo estuviera tan descolocado por el azabache era una señal.
Había cambiado, para bien o para mal, ese joven rubio que se odiaba a si mismo por poseer una fuerza inhumana, que por mas que trataba de alejar a la gente parecía atraerla, por fin tenia a alguien a quien aferrarse, a quien proteger.
Jamás había tenido a esa persona por la cual darle todo, y si bien llegaba a ponerse agresivo eso quería decir que Izaya le importaba mucho.
Era esa persona especial.
Le seguía molestando el hecho de que fue necesario todo esto para hacerle caer en la cuenta de ello, había momentos en que quería gritárselo a la cara, pero sabiendo como era el rubio estaba seguro de que no había otra forma de hacérselo saber.
-Bájalo ya Shizuo- repitió por novena vez, dio un sorbo tranquilo a su nueva taza de te y golpeo dos veces la espalda del rubio, más el ex barman seguía mirando con desesperación a Jonathan a la vez que lo sostenía de la misma manera que a el por el cuello de la bata alzándolo un par de centímetros por el suelo.
-Shizuo- repitió.
El mayor chasqueo la lengua y soltó la prenda del chico, Jonathan tambaleo un poco al tratar de no caer y se aferro como pudo a la pared detrás suya, miro con odio al mayor pero supo mantenerse al margen y no soltar nada que pudiera regresarlo a la misma situación de antes.
-Vale, al parecer no te agrado mucho ¿es mal momento para decir que no era consciente de lo que hacia?
-Creme que el saber si lo hacías consciente o no es lo que menos me importa.
-¡No lo es! Lo que si, es que debo de revisar sus heridas antes de que quieras regresarlo al coma- el castaño aparto con suavidad a su amigo y tomo por el hombro al joven quien se estremeció al momento de sentir el roce de la mano del medico, mas no se aparto, se dejo llevar esta vez a un cuarto totalmente distinto del que había despertado, sintió la mirada del rubio sobre el mientras caminaba y no pudo evitar tensarse.
