A 4 semanas de lo que fue dado a conocer por las cadenas de noticieros como un "suicidio" la ciudad no podía estar mas tranquila.
Incluido Shizuo que al deshacerse de el mas importante enemigo de su vida, pasaba los días como si fueran los mejores.
...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Cada noche a partir de esa Izaya fue al cuarto de Shizuo esperando que este despertara, Shinra había dicho que tomaría un par de días para que el rubio retomara la consciencia, el golpe en la cabeza fue grave así que a ciencia cierta el cuando despertaría no lo sabia. Jonathan no volvio después de eso, pero al tercer día llamo y les comento que por fin estaba en casa junto a su familia, quería recuperar el tiempo perdido pero también advirtió a Izaya que iría a visitarle antes de que el se fuera.
Si, había decidido marcharse de la ciudad, como lo supuso Shinra se opuso enormemente a ello, llego a gritarle que como se atrevía a largarse tan pronto después de todo lo que había sucedido y se había marchado de la dala encerrándose en su habitación de un fuerte portazo, Celty se disculpo por el con todos y no tardo en seguir a su pareja.
Sus hermanas se quedaron calladas, se lanzaban miraditas de duda cada que podían hasta que al final Mairu le dijo...
-Entonces ¿cuando nos vamos?- Celty tuvo razón respecto a ellas, y seria mentirse así mismo si dijera que no le había alegrado oírlo.
Kadota también quiso negarse en un inicio, pero al final cedió, no tardo en comprender que aquello era lo mejor para Izaya.
No era como si así lo quisiera realmente, pero dentro de el sabia perfectamente que lo mejor era alejarse de todo lo malo, la pregunta era ¿Adónde podría ir? ¿Qué haría allá? Como informante tenia bastante dinero en su poder, mudarse junto a su familia no era problema, el futuro era lo que le aterraba, Mairu y Kururi le hicieron prometer que no volvería a meterse en un trabajo relacionado con la yakuza ¿como mantendría a su familia? No podía pensar en otra profesión que pudiera ejercer con la misma pasión que como informante.
-Mis hermanas dicen que no debo de preocuparme por eso ahora- suspiro, continuo acariciando la mano de Shizuo que permanecía quieta sobre la sabana de la cama, se inclino sobre ella, era la quinta noche y había tonado ya el habito de comentar cualquier cosa frente a el rubio.
Aun era difícil, tocar a alguien y ver al mismo tiempo a la misma persona burlándose y golpeándote, era consciente que no podía culpar a Shizuo de cosas que ni siquiera hizo, pero los recuerdos eran duros de ignorar, no podía fingir no haber visto a un Shizuo quebrándole los huesos y tratarle como un animal, pero a pesar del miedo, tocarlo era agradable. Ahora que la droga había abandonado su cuerpo era mas consciente, mas cuerdo.
Amaba a Shizuo.
No podía dejar esos sentimientos de lado.
Y eso lo hacia mas doloroso.
En cuanto estuviera mejor se iría de ahí, abandonaría todo recuerdo y lucharía por seguir adelante esperando que las pesadillas que lo asaltaban todas las noches y le arrebataban el sueño, las ilusiones de Matt encontrándolo y arrastrándolo de nuevo a ese maldito edificio, desaparecieran hasta volverse un triste recuerdo que pueda olvidar.
