A 4 semanas de lo que fue dado a conocer por las cadenas de noticieros como un "suicidio" la ciudad no podía estar mas tranquila.
Incluido Shizuo que al deshacerse de el mas importante enemigo de su vida, pasaba los días como si fueran los mejores.
...
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-Matt- jadeo, su cuerpo estaba cubierto en una fina capa de sudor, apostaba a que se veía patético.
Pero la verdad era que las cosas le habían dejado de importar, solo quería dejar de sentir esa opresión que sentía en el pecho, parecía que su cuerpo le dijera que estaba cometiendo un error con respecto a algo.
Pero no sabia que.
Lo habían dejado solo de nuevo esta vez privado de la amistosa compañía que Dana le daba y sentía que se volvería loco si el mayor no cruzaba esa puerta.
Quería verlo.
Debía verlo.
Parecía que su vida ahora dependía de su cuerpo que era suficiente para complacer a Matt diariamente.
El no solía ser así.
Lo recordaba de pequeño con una enorme sonrisa y unos ojos llenos de cierto brillo inocente acompañados de una dulce voz que repetía su nombre una y otra vez, a el le gustaba, a Derek lo recordaba menos pero eso no quería decir que fuera menor importante, ambos le ayudaron a sobrevivir a su familia y salir adelante.
Su infancia bien pudo ser memorable por ello, las salidas después del colegio hacia los videojuegos o el rio para nadar las tardes de verano en las que el sudor asemejaba a una segunda capa de piel, eran pocas de sus buenas memorias.
Aún así...
Realmente se molesto cuando Matt apareció un día frente a la puerta de su hogar en Japón con esa misma sonrisa, le reprendió y suplico que volviera a casa, sus padres a pesar de haber cedido a su pedido de trasladarse no quería decir que no lo fueran a necesitar, su vida estaba en California y el no quería que por un capricho el dejara todo para ir a su lado.
Su nueva vida en el bajo mundo también era otro motivo, tan confundido y aterrado por este singular trabajo...no quería involucrar a terceros por los errores que pudiera llegar a cometer, no podría con la culpa, pero su amigo era demasiado necio, su cabeza no parecía atender a su preocupación y eso le molestaba, la gota que derramo el vaso fue cuando se entero de que en su misma clase llegaría un alumno nuevo, nada mas ni nada menos que Matt.
Termino gritándole en medio de todos sus compañeros, y quiso disculparse al instante pero algo dentro de su cabeza le decía que esa podría ser la mejor manera de que el chico entendiera que no podía depender de él por siempre.
Hasta que...
Esa noche llego.
Dijo cosas que no debió haber dicho.
Hizo cosas que ahora eran impensables para él.
Lastimo a una de las mejores personas que había iluminado aunque sea un poco su vida.
Y por años vivió su vida creyéndose responsable de su muerte.
