Una arcada sacudió su cuerpo y vomito...
Ya era la quinta vez que ocurría, culpo a la comida que Jonathan le llevaba una vez al día, era una porción lamentable apenas lo suficiente para mantenerlo con vida, y dado el sabor dudaba de que fuera fresco.
Se giro al otro lado para no tener que ver el "liquido" que su cuerpo produjo, olía mal, pero en el acto tuvo que morderse el labio inferior para contener un grito, su pierna seguía sin ser curada y cada minuto que pasaba el dolor se intensificaba, no había podido dormir esa noche debido a eso, bueno no sabia si realmente era de noche, la habitación no tenia ninguna ventana así que en cuanto al tiempo estaba bastante desorientado.
Suspiro y se permitió cerrar los ojos, no oía nada, solo el goteo de una tubería rota (de la cual aun no encontraba procedencia) le acompañaba en esos momentos tan preciados, aquellos instantes en los que podía realmente descansar tanto física como psicológicamente.
No era como si realmente pudiera hacerlo.
Ni siquiera podía aclarar sus pensamientos, todo era borroso y cada que trataba de recordar, pensar o imaginar un punzante dolor atravesaba su cabeza, como si hubiera recibido un disparo en la sien.
Todo le dolía.
Ah, recordaba la primera semana, el no creía que el sujeto de la mascara de gato fuera a hacerle otra cosa que herirle físicamente, e incluso estaba preparado para ello.
Recordó aquella noche, en la que su secuestrador había llegado y en vez de golpearle o insultarle comenzó a tocarle, recorrió sus piernas comentando lo hermosas y delicadas que eran, rozo su pecho, y comenzó a besar sus labios, un contacto asqueroso.
El había hecho lo posible por liberarse, forcejeo en el intento de detener eso, pero para su sorpresa el sujeto tenia una gran fuerza a la que no pudo hacerle frente, de un momento a otro se encontraba desnudo.
El resto no fue lindo.
A partir de ese día, diariamente, la mascara de gato le violaba sin compasión, el solo podía gritar y suplicar internamente que todo aquello terminara rápido.
Odiaba la sensación del pene de aquel bastardo dentro de el.
Dolía.
Dolía.
Dolía.
Y entonces pensó en Shizuo.
De aquella bestia que aun a pesar de todas las cosas horribles que le había dicho y hecho, amaba.
Su rostro lleno de cinismo, sus ojos seductores que le hacían sentirse desnudo cada que le miraban, sus labios que se deformaban en una sonrisa antes de escupir alguna palabra.
Aquellas palabras que a pesar de ser verdaderas eran como miles de cuchillos que se enterraban en su corazón.
Realmente no tenia idea del porque Shizuo había comenzado a comportarse así, no sabia que aquel monstruo pudiera ser...de ese modo, siempre lo había visto como alguien "inocente".
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"19"
FanfictionA 4 semanas de lo que fue dado a conocer por las cadenas de noticieros como un "suicidio" la ciudad no podía estar mas tranquila. Incluido Shizuo que al deshacerse de el mas importante enemigo de su vida, pasaba los días como si fueran los mejores. ...