A 4 semanas de lo que fue dado a conocer por las cadenas de noticieros como un "suicidio" la ciudad no podía estar mas tranquila.
Incluido Shizuo que al deshacerse de el mas importante enemigo de su vida, pasaba los días como si fueran los mejores.
...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Izaya estaba sentado en el suelo, su débil y pequeño cuerpo temblaba... podía notarse aun cuando el informante estaba de espaldas a la cámara, sus brazos presos por las cadenas ahora también estaban atados con una cuerda de manera que quedaran juntas, no tenia su camiseta puesta dejando ver una espalda blanca que mostraba leves cicatrices de hace años, mas abajo estaba la letra "A" permaneciendo de un color rojizo que había sido grabada en su piel hace unos videos.
-El día de hoy quise hacer algo mas antiguo ¿Recuerdan la época en que las personas eran torturadas salvajemente? Usaban cualquier tipo de instrumentos, desde los mas simples como un látigo- señalo el objeto que tenia Dana en la mano- hasta las mas atroces que ni a mi se me pudieron haber ocurrido, se aplicaban estas torturas contra los presos que se debían interrogar o por simple herejía.
El hombre por primera vez se deshizo de la capucha que cubría su cabello.
Era rojo.
No un tono chillón como la mayor parte de los jóvenes usaban en la actualidad, era oscuro...como sangre.
Izaya permaneció inmóvil sin percatarse de la acción que su secuestrador había hecho.
-Los homosexuales fueron un claro ejemplo de victima ante estas cosas- su voz distorsionada lanzo una carcajada, camino hasta colocarse a un lado de Dana quien le sonrió de manera cómplice, Jonathan apareció al otro lado de la habitación y sin pronunciar palabra (lo que era de esperarse) se recargo en la pared y se cruzo de brazos observando a sus compañeros.
La mascara de gato susurro unas palabras incomprensibles a la chica quien se separo de el para mirarlo a los ojos y asintió.
-¿Recuerdan el regalo que Jonathan me trajo?...Ah ¡Cierto, cierto! ¡No se los e enseñado!- exclamo juntando las palmas de sus manos y luego como si verdaderamente hubiera sido un error se dio un pequeño golpe en la frente, sus manos que temblaban se metieron en el bolsillo de su abrigo color verde que resalto en conjunto con su cabello, saco un cuaderno rojo, con la palabra "Diario" en la portada.
-El libro con los mayores secretos de Iza-chan, decepciona que yo ya sepa todos.
Lo abrió al azar.
-Mmm, que raro, de la mitad hacia adelante no hay nada.
Mostro el libro hacia la cámara viéndose varias palabras tachadas, ralladas y con dibujos infantiles como una caritas hechas con marcador permanente que cubrían e impedían la lectura.
-Me tome el tiempo de editarlo un poco.
Y siguió pasando las paginas de una en una, todas igual de ralladas, una tenia un corazón con las iniciales A + I dentro y efectivamente...de la mitad a adelante todas las hojas habían sido arrancadas.
-Se preguntaran ¿Porque demonios uso la letra "A" en todo cuando mi nombre es otro?
Tiro el diario al suelo como si se tratara de basura, dio la espalda a la cámara y camino hasta llegar al lado del informante quien se estremeció ante la cercanía del otro.
