Tal vez no haya sido buena idea venir a éste lugar. Las metidas de pata a veces salen caras, según parece. Sobre todo a la hora de querer recuperar la amistad perdida de tu mejor amiga y confidente.
En ocasiones reparar las erratas requiere de un esfuerzo de adaptación, de inmiscuirse en lugares a los que no estás acostumbrada a asistir, que ni siquiera sabías que existían y que no se hallan en tu lista de predilectos. También requiere de mezclarse con personas ajenas a tu círculo de amistades y de las que tus padres, estarían gustosos te alejaras por miedo a que puedan mal influirte.
No digo que así ocurra con todos, pero al menos con los míos..., sí. Un par de tradicionalistas cuyo radar detector de vagos y criminales, es su tendencia a prejuzgar conforme a la pinta y modales.
Con todo y eso heme aquí, rompiendo las reglas por subsanar los daños.
Después de lo que ha sucedido con su hermano Jason, la relación entre Cinthia y yo no ha sido algo a lo que se le pueda calificar como cordial. Era mi mejor amiga y dude de ella, hoy en día es mi deber resarcir el error.
Son hijos de la misma madre pero de padres diferentes, hecho que ha servido para que esos dos compitan en una especie de rivalidad por tratar de acaparar el cariño de la mujer, que hace muchos años les diera el ser.
Jason es hijo del primer matrimonio de Caroline Morrison, el cual era su apellido de soltera. Al año de haberse divorciado del padre de éste, acabando con un matrimonio plagado de abusos, contrajo nupcias con Dylan Lawson, quien tomara al entonces unigénito de su nueva esposa como propio dándole su apellido. Y a escasos nueve meses, nació Cinthia.
Según la historia que mis padres me han contado, para el mayor de ellos el cambio ha sido demasiado, pues desde esa época se ha sentido desplazado por su única hermana que a su parecer; no hace otra cosa en el mundo que robarle atenciones. Y así ha sido toda su vida, rodeados de peleas sin sentido y discusiones que imaginé pararían con la muerte de sus padres hace tan solo dos años en un accidente de auto, y cuya última voluntad fuera conferirle a Jason la supervisión de su hija menor.
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FURIA
RomanceA veces resulta demasiado fácil juzgar a las personas por su pasado, cometer errores es cosa de humanos, eso es precisamente lo que ocurre con nuestros protagonistas. Riley Adrien Logan, o FURIA como ahora se le conoce, paga por uno de esos errores...