Capítulo 15

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El letrero con la leyenda "RED HELL", se observa iluminando de rojo la entrada y desde afuera se puede ver el interior, con las luces de todos colores centelleando hasta el rincón menos visible, amenazando con marear a cualquiera. No se necesita beber ni una gota de alcohol para sentirse completamente borracho, de eso se encarga el desenfrenado y enloquecido cambio en la luminiscencia.

Joder, es como si alguien te hubiese dado un puto golpazo en la cabeza, dejándote con la idea de estar viendo estrellitas multicromo.

El final de la larga fila de hombres y mujeres queriendo entrar, es en donde nos encontramos. Una cadena prendida de cada extremo de la puerta, es la única barrera que impide el libre acceso y junto a ésta; un hombre que decide quién puede entrar y quién no. Desde aquí se alcanza a captar la fuerte música escapando al exterior, ruidosa y retumbante. Tanto, como los latidos de mi corazón haciéndome eco en el cráneo.

"¿Crees que ella hubiese preferido arpas y violines, a cambio del hip hop atronador que seguramente está sirviendo de ritmo a tantos cuerpos, bamboleándose en la pista de baile?" Me pregunto, atisbando sin pudor alguno a la chica que me acompaña y la que no parece entonar con el ambiente.

Elevo rápidamente las cejas en una única tentativa, admitiendo para mí mismo que la respuesta a esa interrogante, es otro de los muchos enigmas que esconde la hija de uno de los empresarios más importantes de toda la industria automotriz y que, me veré en la tarea de descifrarlo en el transcurso de esta cita.

Cita, una palabra tan corta pero cuyo significado encierra miles de posibilidades. Que pesa entre nosotros añadiéndole un toque de complicación al panorama que hasta ahora, tenía algo de esperanzador. Tomando en cuenta mi poca experiencia con éste tipo de protocolos en lo que se refiere al cortejo, destinados a conocer al otro antes de pasar a la siguiente base, la situación me sabe a compromiso sin que lo sea en realidad.

Pero, ¿cómo es que debería actuar cuando soy un neófito en la materia?

"Corta con la paranoia, imbécil." Me riño. Tanto darle vueltas a esa opinión tan estúpida me hará mandarlo todo al carajo, cosa que no estoy dispuesto a hacer. "No es como si le estuvieses pidiendo matrimonio. ¿Entiendes? Porque si no, también me lo sé con manzanas."

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