Después del juego de naipes del domingo, mi relación con Kurt, aunque ya no es como solía ser; digamos que se ha ido normalizando. Nuestro altercado de aquel día en la cocina nos ha cambiado a ambos, pero al menos hay cordialidad a pesar de que un atisbo de frialdad se ha dejado caer sobre el departamento; excluyendo solamente a Steve de nuestras descargas inusuales de testosterona.
Si dentro del reino animal existiera uno llamado semana y este se enfrentara en una carrera con una tortuga, seguramente ganaría la tortuga pues, nunca en mi vida he sentido al tiempo transcurrir tan lento.
El lunes me dedico a darle mantenimiento a la motocicleta de Steve, ya que muy temprano por la mañana ha salido en ella y regresado quejándose de un repicar en la máquina, por lo que lo tengo sobre mí hasta que la hago funcionar con mediana normalidad. Por la noche me es imposible conciliar el sueño y entonces pienso en mandarle un texto a la Fierecilla. Sin embargo, cuando decido enviarlo, ya ha llegado la madrugada frustrándome los planes.
"¡Mierda!"
El martes, despierto pasado el mediodía a causa de la desvelada y cuando me dispongo a levantarme, voy directo a darme una ducha sintiéndome pesado, adormilado y para acabar; atisbo a través del espejo del baño, un par de sombras oscuras adornando el párpado inferior de mis ojos.
"Genial".
El resto del día ha fluido acelerado. He hecho el cambio de bujías a la Honda y después, he salido a hacerle una prueba.
Un tazón de cereal de avena y un vaso de jugo de arándanos ha sido mi comida de veinticuatro horas y llegado el momento de dormir, no consigo irme a la cama sin saber de ella.
Riley: ¡Hola!
"¿Hola?" Pienso, frunciendo el ceño.
Me estoy convirtiendo en un blandengue y lo más ridículo es, que ni siquiera me estoy percatando de ello, diciendo y haciendo cosas en automático de las cuales me vengo a dar plena cuenta, cuando ya es muy tarde para discernir respecto a los pros y los contras de actuar de semejante manera.
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FURIA
RomanceA veces resulta demasiado fácil juzgar a las personas por su pasado, cometer errores es cosa de humanos, eso es precisamente lo que ocurre con nuestros protagonistas. Riley Adrien Logan, o FURIA como ahora se le conoce, paga por uno de esos errores...