Aun después de entrar en mi habitación, los gritos de la insoportable de Cinthia se escuchan detrás de la puerta. Y yo que ya comenzaba a creer que estaba claro el hecho de que solamente he intentado ser amable con la rubia cediéndole mi cuarto cuando ella se ha dedicado a follar y colocarse, valiéndole poco si la chica de quien dice ser amiga, duerme o no en un incómodo sofá. Creo que pasa más de una hora para que Steve le grite que se calle y asumo que ha asomado la cabeza por unos segundos, porque es lo que tardo en oírlo dar un portazo que seguramente ha sido captado por toda la población canadiense.
No hace otra cosa más que amenazarme con cortarme el miembro si tan sólo intento jugar con los sentimientos de la Fierecilla.
¿Acaso su raciocinio no alcanza a asimilar lo que es obvio?
Esa niña juega al bingo con gente importante, personas adineradas que conforman la elite de la ciudad o quizás de todo el estado entero. Así que, ¿qué le hace pensar que siquiera puede voltear a verme, cuando seguramente tiene pretendientes haciendo fila afuera de su casa por conseguir una cita?
Es cierto que como dije antes, no es exactamente la hija de papi que ve a los de mi categoría por encima del hombro o que es humillante hasta en su modo de referirse, al contrario, me dio las gracias por llevarla de vuelta a su residencia y cuando cualquier otra en su lugar me habría tratado con la punta del pie, así la hubiese llevado en brazos.
"Eso porque todavía no sabe de lo que has sido capaz." Me recuerda mi subconsciente, avocando situaciones con las que cada día de mi puta existencia he tenido que pelear.
Me sacudo las concepciones furtivas antes de que consigan arruinarme también mis horas de sueño, pero pensándolo con mayor detenimiento, ya la hípster insufrible se ha encargado de ello.
—¡¡Te juro que como le hagas algo no volverás a follar en tu vida!!
Esas son sus palabras con exactitud, la amenaza está implícita aunque no me lo diga de manera directa y literal.
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FURIA
RomanceA veces resulta demasiado fácil juzgar a las personas por su pasado, cometer errores es cosa de humanos, eso es precisamente lo que ocurre con nuestros protagonistas. Riley Adrien Logan, o FURIA como ahora se le conoce, paga por uno de esos errores...