Prologo.

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Otra sonrisa apareció por mi rostro al recordar la excelente noche que pase junto a el en esa discoteca que esta ubicada en el centro de nuestra ciudad, Seattle.

Aun tengo su nombre rondando en mi mente, ¿y como olvidarlo?, si cada vez que recuerdo cada uno de los detalles que tiene en su rostro, cuando aun siento sus manos sobre mi cintura mientras bailábamos las canciones, cuando aun escucho todos los halagos que susurro en mi oído y cuando aun siento sus deliciosos labios sobre los míos.

-¡Profesora!-dijo Charly, un pequeño de siete años que acaba de interrumpir mis pensamientos.

-¿Qué pasa, cariño?-le pregunte mirándolo.

-Ha sonado la campana, termino el día y nuestros padres están esperándonos para irnos-me dio una sonrisa.

-¡Claro!.

Me acerque hasta la puerta de salida con todos mis pequeños alumnos que se encuentran desesperados por salir del colegio y disfrutar el fin de semana que esperan ansiosos apenas llega el día lunes.

-Nos vemos el lunes, mis tesoros-sonreí mirándolos.

Apenas se abrieron las puertas del colegio, comenzaron a salir rápidamente abandonando el establecimiento y diciéndome un adiós. La única que quedo fue Aria, confundida me acerque a ella.

-Aria-llame su atención-¿y tus padres?.

-Mi padre debía venir por mi, profesora-contesto mientras mira apoyada en la reja.

-¿Tu padre?, nunca lo he visto, siempre viene tu madre a buscarte.

-Si-sonrió mirándome-es solo que trabaja mucho, y hoy viene porque prometió llevarme al cine.

-Esta bien, entiendo... de todos modos, será mejor que esperemos dentro del salón, estoy segura que llegara muy pronto, ¿vamos?-le di mi mano para que la tomara.

Cogió mi mano al instante, volteamos y nos encaminamos hasta el salón de clases.

-¡Espere!-hablo una voz masculina a mis espaldas.

Me quede parada mirando un punto fijo al reconocer la voz que ha entrado por mis oídos.

-Vengo por Aria, mi hija, siento la demora.

Gire con mi pequeña alumna que aun sostiene mi mano.

Ambos quedamos sorprendidos al volver a vernos después de la noche que pasamos.

-Hola, señor-murmure aun sin creer lo que esta pasando.

Antes de recibir una respuesta de su parte, su pequeña hija se lanzó en sus brazos totalmente emocionada por la salida que a ambos les espera.

-Princesa, ¿puedes esperarme en el auto un momento?-miro a Aria, ella frunció su ceño-solo serán unos minutos, prometo que iremos al cine, solo debo conversar con tu profesora.

Asintió ante las palabras de su padre.

-No puedo creer esto-hablo apenas su hija se fue dejándonos a solas-yo...

-¿Qué no puedes creer?-cruce mis brazos por mi pecho interrumpiendo sus palabras-¿no esperabas encontrarme aquí, siendo la profesora de Aria?, o debería preguntar, ¿no esperabas que descubriera que tienes un hija o mejor dicho, una familia?.


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Bien, nueva propuestaaaaaaa*-*

Espero que les haya gustado!

Voten y comenten si es asi(:

Besos<3

Inevitablemente Enamorados |j.b|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora