Inevitablemente Enamorados |j.b|

3.

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Ambos abandonamos el salón en donde nos encontramos, para nuestra mala suerte nos encontramos a la directora Reynolds caminando a través del pasillo.

-¿Han terminado ya?-pregunto intrigada y a la vez sorprendida.

-Si-le contesto Justin aclarando su garganta-la profesora Evans me ha dado todas las indicaciones y no ha tomado mucho tiempo, todo me quedo muy claro.

La directora me miro con una sonrisa, se la devolví para no presentar sospechas.

-Me da mucho gusto que se vaya satisfecho, señor Bieber-murmuro.

-No se preocupe-continuo hablando-con su permiso, las dejo, tengo unos asuntos que atender.

-Claro, vaya tranquilo.

-Muchas gracias, profesora-me miro, estrechamos nuestras manos frente a la directora quien nos mira atenta.

-Cuando necesite nuevamente una cita, lo atenderé con gusto.

Sonrió mostrando sus alineados y blancos dientes, volteo y con la carpeta en su mano comenzó a caminar por el pasillo hasta la salida del establecimiento.

-Ahora que ha terminado, puede retirarse, profesora Evans-hablo nuevamente la directora cuando Justin se fue.

-Está bien, la veo mañana.

-Hasta mañana-dijo antes de continuar su camino por el pasillo.

Imite la acción de Justin, voltee y con mis zapatos sonando por el pasillo, fui hasta la salida. A pasos rápidos fui hasta el estacionamiento de profesores, me monte en mi pequeño auto de color plateado y abandone el estacionamiento.

Conduje por unos segundos hasta encontrar a Justin estacionado con su auto bajo el árbol que le indique. Me detuve a su lado y baje el vidrio de mi lado para hablarle.

-Sígueme, mi departamento no está muy lejos.

El asintió rápidamente encendiendo su motor.

Retome mi camino con el a mi cola, conduciendo por las calles de Seattle hasta el edificio donde vivo. El trayecto duro solo quince minutos, estacione mi auto en la entrada, Justin hizo lo mismo pero detrás de mi.

Baje con todas mis cosas de mi auto, el esta esperando sobre la acera para que entremos. Finalmente, entramos al edificio ganándonos de inmediato la mirada del portero y una señora que rodea los cincuenta años.

-Buenas tardes-salude.

-Hola, señorita Evans-me saludo el portero.

-El es mi primo, Justin-lo señale.

-Mucho gusto-dijo con una sonrisa.

La señora lo miro de pies a cabeza como si estuviera escaneándolo detalladamente, de esta mujer he escuchado que es muy chismosa, así que no puedo decir que Justin es un amigo porque todo el edificio comenzara a inventar rumores.

-Bien, permiso.

Continúe mi camino hacia los ascensores, sentí a Justin seguirme, presione uno de los botones esperando a que uno llegara para subir.

-¿Quién es esa mujer?-pregunto en un susurro-me miro demasiado.

-Es una mujer bastante chismosa, está catalogada de esa manera aquí en el edificio así que ten mucho cuidado con lo que hablas.

El ascensor llego antes de que Justin dijera otra palabra, subimos en el, presione el número del piso y a los pocos segundos ya estábamos en el. Camine hasta la puerta mientras busco en mi cartera las llaves de la puerta.