Capítulo 13

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Narra Nicolás

Naiko se había dejado de frotar la cabeza frustradamente y ahora me miraba fijamente, esperando una respuesta, por lo que yo le respondía con la expresión de mi rostro. Estaba atónito.

¿Su amigo? ¿Aún con lo mal que lo trataba?

-¿Es en serio? El Caput, ese weón, ¿es tu amigo?- Estaba aturdido.- ¿Cómo...?

-Es una larga historia que empieza con una gran coincidencia y mi manía de meterme en cosas ajenas.- Desvió la mirada a algún lugar del pasillo con algo en su cara de lo que parecía ser una sonrisa. Trataba de imaginar alguna manera en que se conocieran casualmente para que lo recordara con una sonrisa en su boca, pero no podía. Sólo pensaba que podía ser torturando a alguien y no quería esa imagen en mi cabeza. Volvió su mirada a mí aún con la sonrisa en su boca.- Ahora sé dos cosas de ti.

¿Qué? ¿Cuánto llevamos hablado? ¿Cinco minutos? No le he dicho nada, sólo nos hemos dicho como 4 oraciones.

-Te llamas Nicolás y eres chileno.- Está bien, pudo saber que soy chileno por el "weón", pero ¿y mi nombre? ¿Cómo lo supo?- Sé que te llamas así porque Jaime me dice Naiko cuando una anima se llama Nicolás, porque yo también me llamo así.-

-Ah.- Era bastante simple, no tenía mucha ciencia.

-Si quieres, también puedo hablar con chilenismos, weón la wea fome culiao.- Sonreía como si quisiera que me riera de aquella broma, pero no podía.

¿Por qué me sonríe? Se supone que es un Daemon, él me hará daño, o más bien me llevará a un lugar donde me harán daño, que es cómo lo mismo. ¿Por qué se da la lata de hacerme reír? Lo miré atentamente, analizándolo. ¿Tendrá las mismas características de un sociópata, que puede actual de lo más normal cuando tiene a su víctima en frente de él? Lo miré extrañado. No me quería fiar de él

Quedamos en silencio y vi como su sonrisa se borraba de su cara.

Estuvimos así un rato hasta que él habló.

-Oye, sé que esto te deba parecer muy raro, difícil de digerir y también puede que quizás me tengas algo de miedo por el simple hecho de que soy un Daemon, pero créeme, no soy como los otros Daemones. No sólo pienso en torturar a las animae. Soy diferente, muy diferente... Quizás por eso me hice amigo de Jaime.- Hizo una pausa y miró sus patas. ¿Qué tiene que ver el Caput en todo esto?- La mayoría del tiempo siento que no pertenezco aquí abajo y no sabes cómo envidio tu condición de anima,  porque pudiste tener amigos mientras vivías o pudiste relacionarte con otras personas. Aquí abajo es muy solitario, demasiado diría yo. Aquí cada uno se preocupa por uno mismo, es raro que exista una relación de amistad entre Daemones y mucho menos entre animae.- Volvió a mirarme.- Eres la primera anima que no grita o hace algo para tratar de escapar en cuento me ve y de algún modo lo aprecio. Y déjame decirte, que si hay alguien acá abajo en quién puedas confiar es en mi, y te lo digo en serio.

No sé por qué, pero por inercia me senté a su lado. Volvió a mirar al frente. ¿Será el medio chamullo para ganarse mi confianza o de verdad será así? ¿Y si quiere informarle al Caput de mi? Aunque, ¿de qué serviría? Ya firmé su contrato culiáo. Quiero pensar que es mentira, pero lo dijo con un tono de voz tan serio que creo que de de verdad se siento solo. Me da algo de pena.

Suspiré.

Voy a decir algo que quizás cambie para siempre mi relación con el Naiko. Espero no equivocarme.

-Mira Naiko.- Me miró nuevamente.-Mira, voy a ser bien claro. ¿Te parece si... empezamos de nuevo? Trataremos de ser amigos. No digo que vamos a hacer "amiguis" que se cuentan todo de inmediato, pero podemos empezar con lo más básico.- Le tendí una mano.- Me llamo Nicolás.

¿Por Qué Estás Aquí? // [Jainico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora