¿Por Qué Estás Aquí? // [Jainico]

Capítulo 24

Narra Nicolás

"¿Confías en mi?"

Confianza...

Es una palabra complicada. Eso no se lo das a cualquier persona, es... es importante. Creo que es una de las cosas más bonitas, fuertes y puras que le puedes dar a alguien. Es mucho más poderosa que el amor.

Y, ¿el amor? El amor no es nada si no hay confianza de por medio. Es como si tuvieras el medio auto para poder viajar a cualquier lugar que tu corazón desee pero al mismo tiempo no tuvieras gasolina.

Pero... ¿por qué chucha estoy hablando sobre amor? "Nico culiao, weón bueno pa' desviarse".

Él quiere mi confianza, y su argumento es una de las cosas más fletas que me han dicho. ¡Incluso llegué a sonrojarme! Pero este weón no es para nada confiable, no le creo nada a lo que me dijo, me debe estar "engatusando" con sus palabras.

Hmm...

Pero...

¡Pero claro!

¡Puedo usar esto a mi favor! ¡Es mi oportunidad!

Lo quiero decir es que si él quiere mi confianza, involuntariamente también va a tener que darme la suya. Tal vez si logro ganármela y que me la dé honestamente, tenga una pequeña chace de ahorrarme los siguientes mil años de violaciones.

Luce como un buen plan... bueno no tanto, pero ahora es la única opción que tengo ahora, y no me daré el lujo de ponerme exquisito y quisquilloso.

Fijé la mirada en su cara, tratando de imponerme como un "igual" junto a él, colocándome a su altura. Me puse serio y traté de pensar en cualquier cosa menos en lo que me acababa de decir para que mi sonrojo se esfumara, pero...

"Supe que eras una anima fuera de lo común..."

"Tenias cualidades me llamaban desmesuradamente la atención..."

Sentía como mis esfuerzos por tratar de olvidar esto eran en vano y los recuerdos de sus siseantes palabras se intensificaban, haciendo que mi rubor se acentuara aún más.

"Aún quiero saber que es. ¿Me dejarías averiguarlo?"

"¡No! ¡Por la chucha! Pichulás concéntrate."

Resignado por no poder hacer otra cosa, desvié la mirada y levanté la mano hacia él para poder sellar este trato como hombres que somos. (Bueno, él... él en realidad no es un... él es... ustedes entienden)

-Está bien, no tengo idea de cómo vamos a lograr que esta loca idea que tienes vaya a funcionar, pero acepto tu...

-Petición de amistad.- Seguido de sus palabras, me lanzó un guiño.

Me sobresalté por la palabra "amistad" y tiré mi mano para atrás, pero él la tomó de todas maneras y nos dimos un fuerte apretón. Pude sentir la textura de su palma; áspera pero limpia.

Mientras seguíamos tomado de las manos, una linea empezó a aparecer en ambas manos. Era como si un rayo de luz sugiera de nuestra piel y se juntó en el medio hasta desaparecer.

Revisé asustado mi mano y tenía una cicatriz de una linea que rodeaba toda mi muñeca con forma de espiral como tres veces.

-Bien, ahora no te puedes arrepentir.

-¿Qué me hiciste?

-Nada tan importante.

¿Fue esta realmente una buena idea?