Capítulo 18

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Narra Nicolás

Y tocaron la puerta.

Una parte de mi celebró e incluso agradeció la acción de quién se encontraba al otro lado de la puerta, pero otra parte empezó a putearlo de una forma que ni tienen idea.

Decir "maldito culiao y la conchetumare. Maldito voh' y la perra que te parió, hijo e' la tragasables" se queda pequeño a lo que realmente quería decirle.

Se separó un poco de mí y lo miré algo agitado por el ambiente que habíamos creado en aquella habitación. El dejó caer su cabeza frustrado en mi hombro derecho, suspirando.

-¡Estoy ocupado maldita sea!

¿Qué?

Yo... Yo...

Estaba hablando en otro idioma...

Pero...

Pero podía entenderlo.

No tengo idea de cómo chucha lo hacía, pero podía hacerlo.

-Mi Caput, es una emergencia... de Categoría V...- Lo que decía el de afuera también lo entendía.

Los ojos del Caput se abrieron como platos.

Sus ojos cambiaron del bello color café que habían obtenido en su transformación tornándose nuevamente al color sangre que poseían con la esclerótica negra y una mueca de furia se colocaba en ellos.

Se levantó rápidamente y mientras se encaminaba a la puerta, el fuego de color azul volvió a envolverlo y su forma de Daemon volvió a su cuerpo.

Abrió la puerta de golpe.

-¿Categoría V? Te juro que si es mentira...

-N-No es me-mentira... Está esperándolo en su trono, no queremos hacer nada temiendo de que nos controle con la Gloriae, me vine corriendo a avis...-

Pero no pudo terminar su oración ya que el Caput le cerró la boca con un "¡shh!" sonoro.

-Ven.

No sé si me decía a mi o al Daemon del otro lado de la puerta.

-¿Me dices a...?

-¡Sí!- Estaba tan enojado que corrí a su encuentro, sólo con los bóxers puestos.

-Ve con el Naiko y quédate con él.

-¿Y cómo voy con él? No tengo ni idea de dónde estoy.

-A ver, acércate.

Me acerqué a él unos centímetros, pero no tanto.

Suspiró enojado y se acercó a mí, como si quisiera besarme. Me asusté po y traté de separarme de él, pero sus labios se dirigieron a otro lado; sus labios fueron directamente a mi frente.

No fue tierno, fue algo brusco diría yo, pero ese beso tenía otra finalidad a la de ser un gesto tierno.

Muy diferente.

Cuando se separó de mí un mapa mental apareció en mi cerebro.

Sabía exactamente cómo llegar a mi Locus.

Estaba a la chucha.

Me miró un poco perplejo, pero pronto su expresión severa e irritada volvió a plasmarse en su rostro y las llamas azules volvieron a consumirlo, pero esta vez no salió transformado en humano. Más bien no salió. Se desvaneció de la habitación.

¿Por Qué Estás Aquí? // [Jainico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora