Capítulo 27

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Narra Nicolás

¿Sí?

¿Había tenido ex's? ¿De verdad ha tenido la paciencia suficiente para soportarlo y tenerlo como pareja?

«Obvio que sí, o sea es el Caput. ¿Qué esperabas? Debe ser como el weón más cotizado de acá abajo.»

Ignorando por completo esa vocecilla, seguía un poco impactado por su respuesta. Lo que me llevaba a hacerme más preguntas: ¿Habrá sido hombre o mujer? ¿Hace cuánto habrá sido?

— ¿En serio estuviste con alguien?

Volvió su mirada a mí, con cierto enfado en sus ojos y el ceño fruncido. Al parecer no fue la mejor réplica que pude haber dicho. A lo largo de nuestro encuentro aquí, su mirada se había mantenido tranquila, sin impacientarse. Pero cuando mencioné le tema, algo había cambiado en sus ojos

— ¿Tan difícil de creer es?

Pues sí.

—Eh, no es eso, es sólo que...

Suspiró sonoramente, como si ya estuviera chato del tema de un momento para otro.

—Olvídalo, no tiene caso recordar.

Al parecer no terminó bien.

« ¿Qué relación termina bien?»

—Pero yo quier-. —Pero fui interrumpido por un fuerte y sonoro golpe en la mesa producido por uno de sus puños.

— ¡Dije que lo olvidaras!— Me dejo con las palabras en la boca, enmudecido. Me había vuelto a intimidar. Pude ver sus ojos, lucían más rojos de lo normal y enojados, pero extrañamente mantenían un toque de calma.

Recuerdo que una vez el Naiko me dijo algo que no me había quedado muy claro:

"Soy diferente, muy diferente... Quizás por eso me hice amigo del Jaime"

¿Acaso él había sido diferente en el pasado? ¿Acaso ese ex lo cambió?

Narra Jaime

Antes no me había afectado este tema.

¿Por qué ahora le doy más importancia de la que se merece?

Me miraba desde su asiento, algo asustado.

« ¿Por qué te enojas con él? ¿Qué culpa tiene él de lo que ella te hizo?» Vocecilla humana, no ahora por favor.

Era simple, porque Nicolás se va a meter en donde no lo llaman.

Estaba seguro que ahora me había afectado hablar de ella por culpa de mi parte humana.

Me paré de mi silla para retirarme, era suficiente investigación por hoy.

—Terminó la entrevista. Vete.

Aunque pensándolo bien, no supe nada de él. Me acomodé la capa y me dirigí a la puerta para largarme. Perdí valioso tiempo de mi existencia respondiendo preguntas weonas.

Sentí como Nicolás se paraba de su silla con algo de torpeza.

—Pero...

¿Por qué nunca me hacía caso a la primera?

Me acerqué a él amenazadoramente, quedando solo a unos centímetros de él. Quiero que aprenda a respetarme.

Podía ver sus ojos, de un café oscuro que me recordaba la madera. Pero no cualquier madera, si no de la que se hacen los instrumentos musicales, como guitarras o violines.

¿Por Qué Estás Aquí? // [Jainico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora