Capítulo VI

4.7K 523 75
                                    

Asaf

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Asaf

Después de la sorpresiva aparición de Ian con el torso lleno de sangre y una flecha atravesado en la parte baja de su espalda, todos se apresuraron en ayudarlo la noche anterior. Él tiene sangre de demonio así que, su recuperación es instantánea al sacarle la flecha cuidadosamente.

Mi madre y mi tío se quedaron con Ian vigilando su estado, pero el resto al igual que yo nos instalamos cada quien en su cuarto. Medianoche y mi instinto asesino se remueve en mi interior. Cada día que pasa y se acerca el día de la luna negra el dolor es intenso y agonizante.

Mis manos se cubren de un color negro por segundos. Me da miedo la idea de volverme en un ser oscuro. El resto de la noche no pude más que pensar qué hubiese pasado si fuera un mortal más. Preocupándome de la muerte, esperando al amor de mi vida, obligándome a estudiar para obtener un futuro o tal vez esclavizarme en un trabajo que no me gusta.

Asteria salió temprano a sus clases en la universidad. Aquello para ella es una distracción y una manera de socializar con mentes más serias. Aunque bien sabemos todos que es para conocer chicos y chicas con los cuales salir a divertirse.

Deseo salir de esta casa así que, anticipo una salida con Adrien para ir a desayunar al pueblo. Sé muy bien que la gente en aquel lugar no nos tolera, y no los culpo. Me alisto lo más rápido que puedo para salir. Una vez listo, recorro todo el pasillo, bajo las escaleras y me dirijo hacia la puerta donde veo a Adrien parado con las brazos cruzados a la altura de su pecho. Otra vez, su posición seria.

—¿Qué te pasa? —Me le burlo.

—Esperándote. —Señala su reloj de mano.

Me acerco a él para palmearle el hombro. —Tranquilo.

—¿Sabes si Ian está bien?

—No lo sé —digo, mientras salimos de la casa y nos dirigimos hacia su auto.

Él y yo tenemos claro quiénes somos. No hay manera que un herida nos mate, al menos si ésta está envenenada con sangre de alguna descendiente de Eva.

¿Cómo es eso posible? Pues, hay en el mundo mujeres que tienen la misma sangre de la mujer que fue desterrada del paraíso. Ellas son las únicas que pueden matarnos con el líquido viscoso que recorre su interior. Si un demonio se vincula a una lo hace inmune a la sangre de ella, y no solo eso, también, él tendrá descendencia con poderes.

Mi madre es una de ellas, al igual que la progenitora de Adrien. Es por eso que hay pocos demonios que pueden encontrar una humana con aquella descendencia para poder vincularse, porque hay otros que en el intento terminan muertos por los cazadores quienes los encuentran primero.

No hay amor, solo el deseo. Un deseo que arrastra a las mortales a ser amante de un demonio. Aquella es mi conclusión, ¿Cómo podría resistirse a un ser de apariencia seductora que le ofrece el mundo a sus pies?

Demonios de Noche © - [Serie pesadillas] [Libro #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora