Asaf
La noche ya no es la única que me atormenta con el dolor. Ahora el toque fugaz hacia la piel de una chica está haciendo que mi demonio se descontrole y quiera tomar el día para torturarme. Algo imposible para cualquiera de nuestra especie.
Ningún demonio puede manifestarse a la luz del amanecer en su forma natural, porque eso está pactado desde siglos atrás por los antiguos. Es como una especie de conjuro.
Sin embargo, hay una frase que mi padre mencionaba siempre como una especie de rezo:
"De las sombras la bestia surgió, pero la luz aplacó su alma para darle cuerpo de hombre."
Me decía que esas palabras significaban mucho más que una oración armónica. Y en este momento, lo estoy entendiendo.
—¿Cómo sigue mi niño? —pregunta mamá, mientras ingresa al dormitorio.
—Bien —digo, un tanto inexpresivo.
En realidad, estoy mal. En mis manos todavía hay dolor. Ella no pierde tiempo y se ubica en el borde de la cama cerca de mi cintura. Coge mis manos y empieza a analizarlas, dándoles una leve inspección.
—Ya está desapareciendo el color —dice, dirigiendo su mirada a mi rostro.
—Sí, solo faltan los dedos —comento.
Recuerdo el momento cuando me colocaron en la cama y todos trataban en ayudar con algo que me brindara alivio, pero el dolor pudo más y me sumergió en un sueño plagado de oscuridad. Desperté en la mañana y ya estaba arropado con los brazos extendidos fuera de la sábana.
—¡Asaf! —gritan, al unísono, Adrien, Emil y Ian. Todos tratando de entrar a empujones al cuarto.
—Podrían ser un poco más silenciosos —inquiere mamá, volteando hacia ellos.
Se acercan, mirándome directamente las manos. Mi problema está siendo el objeto de intriga y curiosidad para todos. Me siento como la atracción principal de un circo, pero uno muy barato.
—A veces me olvido que eres débil —dice Ian, al sentarse a mi costado.
—Sin embargo, más fuerte que alguno —espeto, recordando la noche anterior en la que él apareció ensangrentado en la puerta de la mansión.
—Estás más malhumorado de lo normal —interviene Adrien.
—La chica debió ser dinamita para que un toque suyo tu demonio se enloqueciera —insinúa Emil.
No tengo la paciencia para aguantarlos, sin embargo, al mencionar Emil a la chica, se me viene a la cabeza cuestionarme: ¿Quién es ella en realidad?
—Chicos, basta —dice mamá, mientras se levanta y se dirige hacia la puerta—. Iré a traerte algo para comer.
Asiento ante sus palabras.
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Demonios de Noche © - [Serie pesadillas] [Libro #1]
ParanormalCassandra es una joven huérfana que sufre las más espeluznantes pesadillas cuando el reloj marca las 2:00 a.m, pero desde que aparece un chico misterio en su vida estas empiezan a volverse reales. Asaf pertenece a la familia Cueva...