Demonios de Noche © - [Serie pesadillas] [Libro #1]

Capítulo XVIII

Asaf

—¡Aaaah! —grito, al sentir la apuñalada en la parte baja de mi espalda justo en el centro de mi marca de nacimiento.

Tiene que ser así, deben clavarme un puñal en el centro del círculo justo donde la flecha atraviesa su camino. Siento la sangre desbordarse por mi parte trasera. Me apoyo en las dos tiras que se me obligan a mantener mis manos estiradas y sujetas a ellas en ambos extremos. Temo caer de rodillas en el suelo, pero mi voluntad por terminar con el ritual es más fuerte en pronostico a cualquier dolor.

Todos me miran, incluso mi tío que se ha limitado a observarme desde las sombras de la oscura habitación. La luna negra ha tomado forma, y es la testigo principal de mi elección. Sin embargo, mi madre es la encargada de lograr que todo se cumpla. Siento como retira la afilada hoja de mí.

Cada paso debe ser el correcto, porque si se hace algo mal una especie de demonio que no deseo podría ser parte de mí. Aun así, no tengo la menor idea de qué nombre pronunciaré en cuestión de segundos. Tantas clases de demonios que existen, y yo solo puedo pensar en Cassandra. Una humana más, pero con un toque especial por su descendencia.

—Vamos, Asaf —dice mi madre, detrás de mí—. Es la hora de decir el nombre del demonio que quieres ser.

Mi vista vaga por todos, quienes no parpadean expectantes de que haga la elección correcta.

—Luvyas —pronuncia, en voz baja, Adrien.

Muevo mi cabeza en negación a manera de respuesta, y él lo capta. No quiero ser un Luvyas, menos un íncubo, o como Asteria un Medín.

Buer, una voz en mi cabeza resuena ese nombre.

—Buer. —Por instinto, lo pronuncio.

Y la cara de todos es extrañamente de sorpresa, capto al instante por qué. Y todo es, porque le he dado un nombre a mi demonio, y fue el que acabo de pronunciar deliberadamente.

Siento una energía más grande que las sentidas anteriormente cuando solo mi demonio sin identidad me atormentaba. Mi vista se torna opaca, todo se oscurece, pero ¿qué he hecho? Ni siquiera sé bien qué tipo de oscuridad he aceptado.