Cassandra
Por cada gota de sangre derramada mi vida se consume y siento que es la hora de irme a un lugar diferente a este mundo. Intento escapar en una lucha interna por quedarme despierta, mientras observo cómo se movilizan la anciana y el chico para salvarme.Sus rostros se ven desesperados y conscientes de que mi hora ha llegado, aun así, se niegan a aceptar mi muerte. Sus acciones por salvar mi vida los delata. Solo quisiera saber por qué a mí.
—Niña, resiste. —Escucho la voz de la anciana implorándome algo que no está en mis manos, porque mi espíritu por dentro se quiebra al recordar a la persona que me tiene en esta situación.
—Escucha a mi madre —dice el chico, con cierta exigencia, o tal vez orden, pero no reconozco claramente lo qué quiere expresar—. Tengo planeado conocer a la chica que hizo que un demonio desafiara a su familia, pero ahora ella quiere dejarse llevar por la muerte.
Una lágrima innecesaria rueda por el rabillo de mi ojo. Mi futuro parecía tan brillante antes de que me instalara en el pueblo de Black Hills, no tenía las mejores expectativas, pero creo que sí las necesarias para ser mejor de lo que me consideraban las personas que me rodearon en mi infancia.
Ahora estoy aquí, dejando que los muros en mí se hagan humo. Boca abajo sobre una camilla, sintiendo cómo tratan de detener la hemorragia. Una luz roja incandescente alumbra una habitación que no reconozco, pero se parece aquellas a donde llevan a los muertos para hacerles la autopsia, y realmente no estoy lejos de ser uno de ellos.
Escucho unas pisadas aceleradas acercarse a mí, lo raro es que la anciana y el chico están a mi lado, pero mis ojos se cierran sin intención de averiguar si es un delirio mío o es real.
—Cassandra. —Mi corazón late desesperado al escuchar la voz de quien pronuncia mi nombre.
Debo estar muerta.
—Cassandra, por favor despierta. —No puedo confundirme. Es él.
Estoy más allá de la realidad.
—Déjala, por ti está así. —Esta vez, es la voz del chico—. Morirá, y no hay nada que podamos hacer.
—Yo no quería esto. —Sí, es la voz de Asaf que se escucha destrozada.
Quiero abrir mis ojos y decirle que no tiene la culpa de nada, porque antes de conocerlo mis pesadillas ya estaban presente. Él sabe mi secreto, pero si se lo recuerdo, tal vez no se siente mal.
—Asaf —susurro, sin poderlo ver.
Mi lucha por vivir se apaga.
—Lo siento. —Se oye herido, partido y triste.
Sus manos conocibles por mi piel me garran el cuerpo, y siento que me voltea, apoyándome en él con cuidado. Sé que estoy boca arriba, me sostiene por segundos para de nuevo dejarme en la base de la camilla.
—Intentaré sanarte —empieza a decir—, porque si tú mueres moriré contigo.
¿Cómo puede sonar aterrador y romántico a la vez?
—¿Qué intentas? —cuestiona la anciana.
—La única forma de salvar su vida es que clave mis garras directo a su corazón y darle mi sangre —dice Asaf, de manera determinante.
—¿No pensarás vincularla a ti? —interviene el chico.
¿Vincularla a ti?
¡Oh, no!
—Eso sería terrible para ella —expresa la anciana.
—No, usted sabe que para eso ella debe estar ena... —Asaf no termina la frase. Sin embargo, mi mente la procesa rápido.
Enamorada de él.
Sin previo aviso, un beso en mi frente me sorprende seguido de sus garras, clavándose en mi corazón.
No hay dolor, todo deja de tener sentido.
*No pude resistirlo, así que publiqué el capítulo :3
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Demonios de Noche © - [Serie pesadillas] [Libro #1]
ParanormalCassandra es una joven huérfana que sufre las más espeluznantes pesadillas cuando el reloj marca las 2:00 a.m, pero desde que aparece un chico misterio en su vida estas empiezan a volverse reales. Asaf pertenece a la familia Cueva...