CassandraDébilmente, me pregunto si moriré.
Mi verdugo viene cada cierto tiempo a verificar mi marchita existencia. Me duele cada músculo, por más que quiero ser fuerte, sé que el dolor es justificable por estar días parada con las manos suspendidas y atadas a un palo al igual que mis pies. El delicado vestido blanco con talle corto de tiras que visto no es precisamente abrigador para el frío que me atormenta las noches.
No recuerdo cómo llegué a este lugar, pero sí la mirada oscura del demonio que me capturó y sentirme en pánico por ver a Asaf inconsciente en el suelo. Estúpida y desdichada así me siento, tal vez si no hubiese aceptado venir aquí y en vez de eso hubiese buscado ayuda en el pueblo no estaría así.
Un error a una decisión que se ha convertido en mi elección por defecto.
Ni el jardín de rosas negras que me rodea me da paz. Este sería un hermoso panorama, pero no lo es. Su fragancia me está intoxicando, la siento recorrer por todo mi cuerpo; arde de una manera malditamente insoportable. Ese olor fétido y nauseabundo que percibo al respirar es como veneno.
Miro hacia el tejado de cristal transparente, al otro lado, el cielo se rodea de nubes grises. Una señal que está empezando a anochecer. Me inquieta lo último que mencionó el demonio: eres igual a tu madre. ¿Cómo sabe de ella? Puede ser una mentira, pero no puedo evitar atormentarme con la idea de que pudo conocerla.
Una risa maliciosa revuelve el ambiente.
—Aún viva. —Miro hacia donde proviene el sonido. Es el demonio en su forma humana de hombre maduro y atractivo—. Me gusta que seas fuerte. —Aplaude.
Ahí está, el psicópata que quiere verme muerta.
—No moriré así. —Mi voz suena menos segura de lo que pretendía sonar.
Me escanea de manera palpable, en el proceso saca su lengua y saborea su labio inferior. No sé qué pasa por su mente al hacerlo, pero sé que no es algo agradable y bueno.
Mientras se acerca, sus zapatos negros de suela hacen ruido en el suelo. Su traje lo hace ver serio y glamuroso, diferente a la bestia que realmente es. Él había mencionado que Asaf sería igual; no puedo imaginarlo así. Sé que el ser a quien me entregué es diferente, su demonio no representa oscuridad, porque vi luz emanando de su interior. Y sus alas de fuego... mi captor no las tenía cuando se convirtió.
—Eres tan ingenua. —Pasa su mano rosando mi muslo—. Tu madre era así de deliciosa.
Me estremezco al solo pensar que pudo haber algo entre él y mi madre.
—¡No! —grito, pero él logra callarme tapándome la boca con su mano.
Sacudo mi cabeza con el fin de liberarme, pero fallo en el intento.
ESTÁS LEYENDO
Demonios de Noche © - [Serie pesadillas] [Libro #1]
ParanormalCassandra es una joven huérfana que sufre las más espeluznantes pesadillas cuando el reloj marca las 2:00 a.m, pero desde que aparece un chico misterio en su vida estas empiezan a volverse reales. Asaf pertenece a la familia Cueva...