Jack

3.2K 212 69
                                    

Era J. Sonriendo como siempre pero con su cabello algo despeinado y una camisa azul oscuro desarreglada. Parecía como si hubiese ido a la guerra.

Se acercó a mi sin dejar de mirar a Batman y me abrazó por la cintura sin quitar su sonrisa.

-Hola mi pequeña- Acarició su nariz en mi mejilla.

Me quedé petrificada mirando la situación. Estaba entre los dos enemigos mas poderosos de Gotham... y yo solo quería un poco de jugo.

-A ver- Rió un poco y me tomó del mentón. -¿A que se debe esta hermosa visita en el hogar de mi hermosa compañera?-

Miró a Batman y este clavo sus ojos negros en el apuñalándolo con la mirada.

-Deja a esta niña en paz Joker- Advirtió.

-No soy una niña y se lo que quiero- Dije seria. -Ahora vete de mi casa-

-Sh sh sh- Dijo J y besó mi mejilla. -Tanquila princesa... papi se encarga-

J se separó de mi y se acercó a Batman dedicándole una gran sonrisa.

-¿Acaso te gusta mi chica Batsy?- Soltó una carcajada. -¡¡¡Creí que solo te gustaba yo!!! Ahora me pongo celoso-

Soltó otra carcajada y mordió su labio inferior mientras lo miraba.

-¿Que es lo quieres?- Frunció su ceño mientras lo miraba con curiosidad.

-Quiero que no vuelvas a molestar a Nia Joker. Pero, yo ya hablé con ella- Me miró. -Y sabrá que hacer-

J me miró serio y en cuanto quise decirle algo a Batman ya había desaparecido.

Una semana Nia, una semana.

-¿De que demonios está hablando Nia?- Frunció su ceño.

-J- Cambié de tema y negué. -¿Donde estabas? Frank te estaba buscando como loco. Estas todo desaliñado... ¿Estas bien?!-

Silencio- Me ordenó. -¿De que habla el maldito murcielago?!-

-Nada J, se metió aqui de la nada, quería saber donde estabas y otras estupideces- Dije mientras caminaba a la puerta de la cocina. -Esta loco, solo ignóralo y...-

J me tomó del brazo y me apegó a el rozando su nariz con la suya. Su respiración era lenta y profunda y podía sentir su aliento humedo cerca de mi boca queriendo tranqulizarse, sabía que estaba enojado.

Cerró sus ojos y posicionó su mano en mi cintura deslizándola lentamente hacia mi pierna.

-Tendré que darte una lección... - Besó su oído. -Creí que sabías que no tienes que hablar con extraños-

-J...- Mi piel se erizó.

Me cargó en sus brazos y subimos las escaleras. Su mirada era seria y no despegaba sus ojos de los míos ni un segundo.

Entramos a mi habitación y cerró la puerta para dejarme en la cama. Me observó unos segundos y gruñó un poco... me encantaba cuando hacía eso.

Se quitó su camisa y dejo ver dentro de su pantalón el mango de su arma, una simple pistola pero negra con detalles en violeta brillante. La miré y cuando notó que lo hacía la tomó en su mano y apoyó la punta en mi mentón recostándose sobre mi en la cama.

-A ver si le dejas de tener miedo a las armas y comienzas a temerle a las personas detrás de ellas-

-¿Quieres decir que debo temerte a ti?- Pregunté con mi respiración algo agitada.

-Quiero decir que deberías comenzar a ver mas allá-

Cargó el arma y sin dejar de apoyarla en mi piel comenzó a quitarme la ropa. Cuando por fin quedé sin ninguna prenda cubriéndome me miró y un tic se hizo notar en su rostro. Quitó su pantalón con una mano y los dos quedamos nuevamente expuestos el uno al otro.

Property OfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora