Increíble

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No podía creerlo. Mama y papa habían llevado a casa villanos muy peligrosos antes, de verdad. Sin embargo, nunca creí que llegaran al punto de traer a un LOCO MANIACO a mi hogar!

Pasaba las hojas del periódico intentando encontrar otra captura, otro villano, otro ser humano, o no, que pudo haber sido capturado el día de hoy, que pudo haber sido capturado el día de hoy por mis padres, o que pudo haber sido capturado el día de hoy por mis padres y que fuera a alojarse en mi maldita casa. Megan se reía un poco y negaba con la cabeza pero su boca seguía algo abierta. 

-No. No. No. No. Este tipo no puede venir a mi casa Megan!- Dije algo enojada mientras mis finas cejas se levantaban y mis ojos marrones fuerte se posaban en los suyos. 

-Tranquila Nia- Dijo mientras apoyaba su mentón en sus manos y sonreía. -Tus padres han hecho esto miles de veces, tienes la celda de seguridad mas segura del puto planeta. No harían algo que fuera una locura.- 

-Megan- Dije perdiendo la cabeza un poco y dejando el periódico en la mesa. -Esa maldita celda de la que hablas, esta conectada con mi MALDITA SALA DE ESTAR. ¡Voy a mirar televisión al lado de la puerta que me separa de un loco psicopata!-

-Un apuesto loco psicopata a decir verdad- Dijo y guiñó su ojo izquierdo. 

-Oh por dios- Dije disgustada para cruzarme de brazos. -El tipo mata personas y lo único en lo que piensas es en sus abdominales.- 

-Nia- Dijo y se acomodó en la silla para mirarme a los ojos. -El tipo esta demente, lo sé. Merece morir por todas las personas que mató y no puedes sentir mas que odio por el pero, ¡Ya esta! Ya lo capturaron amiga, estará en un lugar muy seguro del cual no podrá salir ni por chiste y luego de unos meses lo trasladaran a otro país. Problema resuelto. Mientras tanto, no hables con el, evita el contacto visual cuando le lleves sus cereales por la mañana y contempla sus hermosos abdominales. No te hagas la cabeza, tu padre lo tendrá controlado, el tipo perderá cualquier señal de locura y se convertirá en una persona normal en menos de lo que canta un rayo.-

Suspiré y giré mis ojos para asentir un poco y seguír con nuestras charlas habituales. La tarde pasó rápido y luego de un par de risas me subí al auto para volver a casa. Ya era de noche y me sorprendió la cantidad de personas que había en las calles, definitivamente habían capturado al Joker. 

Cuando llegué, vi los autos de policía, las camionetas de la armada y los autos de mama y papá. Como siempre todo era muy normal en mi familia. Cuando crucé la puerta vi muchas personas, demasiadas. Fruncí el ceño con furia y suspiré para comenzar a evitar chocarme con las personas pasando por lugares mínimos. Todos miraban la puerta de la celda.

Entre la multitud y los ruidos pude divisar a mamá la cual me sonrió y me hizo señas con sus manos para que me acerque. Giré mis ojos y me acerqué como pude para que ella me abrazara con su cabello rubio y besara el mío. 

-Linda- Rió y negó con su cabeza. -Perdón por tanto alboroto pero es que esto es algo grande.- 

-Si- Dije algo sería. -Gracias por avisarme que iba a ser este tipo mama...- 

-Lo se- Dijo algo seria y bajó un poco su vista. -Papá quería que te lo digamos en persona pero llegamos antes. Igualmente, no te preocupes, estará controlado las 24 horas por cámaras y agentes de afuera, ademas de papá. Solo durará un par de meses hasta que lo trasladen lejos de aquí. 

Asentí con mi cabeza y de repente vi como todos se apartaron un poco y se formó un completo silencio. Mama me tomó suavemente del brazo y quedamos justo al lado de la puerta de la celda. Una cabellera verde podía verse entrando por la puerta y a sus lados dos oficiales sosteniéndolo de sus brazos... era él. 

El Joker tenía sus ojos vendados y tenía tres esposas desde sus muñecas hasta su codo que le negaban cualquier tipo de movimiento. Su sonrisa era enorme como siempre y dejaba ver alguno de sus dientes plateados. Megan tenía razón... sus abdominales si que estaban marcados pero sin embargo no podía pensar en eso ahora, sentía algo de miedo a decir verdad. 

Su risa comenzó a sentirse de a poco hasta que fue una carcajada típica de el y de repente dijo sus primeras palabras. 

-Me sorprende que todos se hayan callado frente a mi presencia...- Sonrió aún mas mientras caminaba. -¿Acaso los deje sin palabras? Tranquilos... ya se van a acostumbrar.- 

Mi padre salió de atrás y lo tomó el mismo de sus dos brazos y lo llevo rápidamente a la celda. Le sacó las esposas y cerró la puerta para abrir la pequeña ventana y sacarle su venda. Cuando sus ojos se abrieron pude ver un magnífico color verde que iluminaba toda la habitación. Mi padre comenzó a hablar.

-Joker, estarás en cautiverio en esta celda hasta que se te re asigne una nueva posición. Comerás una vez por día y no podrás tener ningún tipo de comunicación con nadie hasta que se te retire para interrogarte. ¿Entendido?-

El Joker lo miraba con sus ojos abiertos al igual que su boca burlándose de él. Puso sus manos en sus mejillas y con un tono de voz irónico dijo

-Oh ¿De verdad? ¿Todo eso?! ¿Por que no me cuentas mas oficial Pelber?- 

Todos lo ignoraron y mi padre lo miró con mucha furia. El Joker le sonrió y recostó sus ojos sobre los míos para levantar sus cejas y abrir su boca. 

-¿Pero que tenemos aquí?- Lanzó una carcajada. -¿Acaso me trajeron un caramelo?

Fruncí el ceño en desagrado y mi madre me contuvo con mas fuerza. 

-No estaba enterado que la pequeña Pebler iba a entretenerme en mis horas solitarias con mi mini Joker...- 

Abrí mi boca con asombro y mi padre sacó un dispositivo que en cuanto tocó el cuello del Joker lo electrocutó para que se cayera en el piso. La gente comenzó a hablar de a poco otra vez y mi padre cerró la pequeña ventana e ingreso su huella dactilar lo cual hizo que la celda se aislara completamente, se evadiera el ruido de su interior y se cerrara toda herméticamente. 

Estos si que iban a ser unos meses duros. 

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