Mi corazón se detuvo por un instante. ¿Acaso estaba viéndome? ¿Estaba aquí? ¿Se referiría a Michael?... ¿Era J?
Michael me vio mirándome el telefono algo preocupada y frunció su ceño para poner una mano en mi hombro.
-Hey, ¿Todo bien Nia?-
-Oh si si- Dije algo distraída. -¿Podrías pedirme un trago? Te esperó ahí en el sofá-
El asintió con una sonrisa y me fui de inmediato lejos de la gente. Tomé el celular y respondí al mensaje
Nia: ¿Como tienes mi número?
J: Te sorprenderían las cosas que puedo hacer. ¿Por que me desobedeces?
Nia: ¿¡De que hablas?! ¿Donde estas?
J: Viéndote. Viendo lo sexy que estas con ese vestido y deseando que estuvieras aquí conmigo para sacártelo. También veo a un cadaver junto a ti...
Giré mi cabeza y vi a Michael... el era el problema. No podía permitir que le hiciera daño, no se lo merecía.
Nia: Ni se te ocurra maldito
J: Ten cuidado como le hablas a papi bonita... Un movimiento de dedo y lo tienes en el piso
Nia: Es solo un amigo, déjalo en paz, solamente no quiere que nada me pase.
J: Para eso ya me tienes a mí
Nia: Por última vez, dime donde estas.
Envié ese mensaje y vi sobre mi pecho un punto rojo.... se movía un poco y cuando levanté la mirada pude ver en la parte de arriba del club una ventana larga, parecía como un salón vip y de pié mirándome... estaba él. Podía ver como se reía a carcajadas mientras que con una ametralladora me apuntaba directo a mi corazón. Su maquillaje había vuelto y esta vez si que parecía el verdadero Joker, ese al que Gotham tanto le teme. Lo miré muy seria y el soltó el arma para enviarme otro mensaje que decía
J: Te quiero aquí, ahora.
Lo miré y ya no sonreía, estaba serio y mirándome con mucho deseo pero se notaba su ira. Di un gran suspiro y sin que Michael me viera, fui hasta la puerta que te llevaba a la esa habitación privada. Un hombre corpulento me detuvo mirándome con cara seria
-No puedes entrar aquí niña- Dijo deteniéndome con su mano
-Conozco a alguien que esta ahí y tiene que hablar conmigo-
-Si claro, ¿por que mejor no te vas por donde viniste? -
Dijo y me empujó hacia atrás pero en cuanto su mano se despegó de mi hombro el hombre cerró sus ojos y cayó rendido hacia atrás, abriendo la puerta. Pegué un grito aterrada y cubrí mi boca con las manos pero alguien me agarró del hombro me metió adentro aislando gran parte del sonido del club, era J. Me soltó luego de cerrar la puerta parado sobre la escalera que nos llevaba a la planta de arriba y gritando como loco con su pistola en la mano dijo
-¿¡Acaso no entendieron cuando les dije que la dejaran pasar!?-
Estaba como loco, y miró a los otros guardias de las escaleras pero se acercó a uno en particular mirándolo directo a los ojos con mucha furia.
-Son todos solamente unos ineptos-
Y lo mató. Ahora si que tenía miedo pero sin embargo no era la primera vez que veía alguien muerto en el piso, me shockeo mas la idea de que la persona que lo había matado justo en frente de mis ojos estuviera hablando conmigo. Los miró a todos con una mirada muy fría y enojada pero sin ganas de gastar otra bala, me tomó del brazo bruscamente y me hizo subir las escaleras para abrir la segunda puerta que nos llevaba a un cuarto con un gran sillón de rojo con alfombras y tragos, armas y la gigante ventana que dejaba que vieras todo el club. Me arrojó al sillón y azotó la puerta detrás de el.
-Nadie puede hacer las cosas bien aquí- Dijo riendo a carcajadas. -Tengo que pegarles un tiro en sus malditas cabezas!-
Calmé un poco mi respiración y me senté con las piernas cruzadas para mirarlo muy seria.
-¿Qué es lo que necesitas?-
-Bueno, primero que nada necesito que me respetes-
Dijo y me pegó una una bofetada en la mejilla. Abrí mis ojos como dos platos y me puse la mano en ella calmando un poco el dolor, estaba sin palabras.
-Por que si tu no me respetas...- Dijo sonriéndome y mirándome a los ojos. -Vas a tener muchos problemas-
Ese golpe me había desconcertado... no me lo esperaba. Mis ojos miraban hacia la nada y mi respiración era agitada otra vez, ¿Que estaba haciendo ahí? ¿Que demonios estaba pensando?.
-¿Acaso te quedaste muda?- Preguntó enojado.
J Bufó y giró sus ojos para soltar el arma y caminar hasta una nevera al costado de la sala. Vestía una camisa negra y sus joyas doradas brillaban al igual que sus zapatos. Tomó una botella de champagna muy cara y se sentó a mi lado para tomarla de la misma botella. Yo solo intentaba ignorarlo y no mirar sus profundos ojos los cuales sentía apoyados sobre mí.
-¿Por qué viniste aquí?- Dijo algo serio mientras su mano comenzaba a acariciar mi brazo.
-Por que aquí es donde vinieron mis amigos- Dije en un tono mas que serio.
-Tus amigos tienen un muy buen gusto- Rió y me sonrió acercandose mas a mi. -Veras, este lugar es mío bonita, y no me gusta que chicas tan buenas e inocentes como tu anden por aquí, no con mis trabajadores cerca.-
-Tranquilo- Miré por la ventana. -No voy a comprarles drogas ni aceptar que me usen de prostituta-
-Oh nena- Soltó una carcajada. -Eso sería lo mas bueno que pueden hacer por tí-
Lo miré mientras el reía y suspiré, cada vez sentía mas adrenalina, y creo que esa adrenalina nuevamente comenzaba a gustarme. Se acercó a mi oreja y con sus labios pegados en un tono muy suave me dijo
-Quiero conocer a tus amigos-
-Claro- Reí ironicamente. -Ni de chiste-
-Nia- Sacó una pistola y la cargo para apoyarla sobre mi menton. -Quiero conocer a tus amigos.-
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XOXOXO
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Property Of
FanfictionA pesar de las razones obvias, Gotham siempre había parecido una ciudad normal en la vida de Nia, una chica de 18 años en su último año de secundaria. Su padre, un oficial importante en las fuerzas armadas de Gotham, trae a casa un nuevo prisionero:...