CAP VII. NIÑA MALCRIADA, MUJER CAÓTICA

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                          VII. Niña malcriada, mujer caótica.

            PARTE 2.

[Berlín, Alemania]

Dentro del salón clásico ―denominado así por el increíble violinista alemán― se encontraban los dos esposos practicando una pieza realmente hermosa a dúo de pianos: Danse Macabre Op. 40, Saint-Saëns's. Comenzando, Dayanne con la pieza, tocando ágilmente para después unírsele un elegante Donghae. Ambos, estaban sentados en sus respectivos bancos de aquel par de pianos de cola negro reluciente Steinway & Sons. Sus dedos parecían flotar sobre el teclado, haciendo movimientos suaves, llenando de misticismo el lugar con casi ocho minutos de una melodía intensa.

             Justo a un lado de ellos se encontraba David Garrett, disfrutando de la pieza que inundaban sus oídos haciéndolo estremecer. Se sentía completamente orgulloso de ellos; de ese dúo increíble que no sólo tocaban un instrumento sino que se especializaban en varios. Dayanne y Donghae eran lo más admirados pianistas en toda Alemania; ella, era también una violinista admirada y envidiada por muchas, y él, era también un guitarrista único. Ambos, con sus estilos propios. No sólo tocaban las piezas; las hacían parte de ellos. Mostraban su ser y su sentir a aquellos quienes se atrevían a escucharlos.

              Cuando esos casi ocho minutos de melodía llegaron a su fin, David Garrett no evitó alzar las manos y dar palmadas en el aire, aplaudiendo elegantemente y mostrando una ligera sonrisa satisfactoria. Dayanne y Donghae se levantaron al par e hicieron una leve reverencia mostrando su respeto hacia el violinista alemán.

               —Hermosa pieza —dijo el violinista alemán—. Han hecho estremecer a este viejo violinista.

               Los dos esposos se irguieron y, con gotas de sudor escurriéndoles sobre el rostro, asintieron y sonrieron ampliamente. Tocar el piano era para ellos, una pasión y un estilo de vida. Para Dayanne, el piano y el violín lo era todo por eso, por largos años, se concentró en su estudio para perfeccionar cada vez más su técnica y estilo.

               —No es nada, David —replicó Dayanne luciendo una bella sonrisa. Donghae se giró a verla para contemplarla. Realmente brillaba ante sus ojos asiáticos—. Simplemente hacemos lo que amamos.

               —Me encantaría escuchar la misma pieza pero ahora con dúo de violín y piano —sugirió David Garrett.

              —Sí, es lo que estábamos platicando hace un par de días —dijo Dayanne—. Donghae me propuso tocar varias piezas de violín y piano para practicar. Ah, y no creas que nos hemos olvidado pues estamos practicando Piano Lover & Lonely Violin.

A MI MANERA: EL TRÍO ÉPICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora