TEMA:
Afinidad.
PREMISA:
A pesar de las diferencias de pensamiento, ideologías, caracteres y cultura, siempre habrá una persona afín con el cual se comparte una semejanza.
SINOPSIS:
A pocos meses del Skripach-Virtuoz, Al...
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X. Unión perfecta.
X.I. Atracción y Pasión
[Moscú, Rusia]
En la mañana del trece de septiembre, Dayanne y Donghae salieron a disfrutar un poco de Moscú —además de olvidarse un poco sobre el pequeño percance con aquella violinista rebelde— y sus maravillas. La pareja paseó por los alrededores, admirando cada centímetro de hermosura de todo Moscú; la pareja se llevaría, sin duda, un buen recuerdo de aquel país que pronto les abriría las puertas para ser partícipes en el honorable Skripach-Virtouz. En cambio, en el salón de música del increíble y sencillo violinista noruego, Alexander Rybak, la <<pareja dispareja>> se encontraba practicando algunas piezas, empezando por algunas suaves, lentas y serenas para cambiarlas drásticamente por algunas melodías rebeldes, energéticas y vulgares. Inclusive no perdieron la oportunidad para tocar y cantar algunas piezas de animes conocidos.
Mientras Alma Alcázar y Choi Youngjae practicaban aquellas piezas imperfectas, éste no evitaba recordar la noche anterior en la que la caótica violinista latina lo abrazó con cierto temor; también había recordado hace dos días antes cuando ella rompió en llanto y se aferró a él con miedo a perderlo. Quizá, ella ya se estaba mostrando tal y como era. El hecho de tan solo pensarlo hacía que se le erizara la piel.
<<Simplemente eres un misterio —pensaba aquel pianista asiático mientras miraba como la energética violinista latina tocaba aquel bello instrumento verde al ritmo de Elements—. ¿Acaso te da miedo mostrarme tu verdadero ser? ¿Qué escondes? ¿Acaso temes que me decepcione al verte tal y como eres?>>
Piezas de Lindsey Stirling, Sarah Chang, Craig Owen e incluso de los mismos Hermanos Villalobos, se hicieron escuchar aquel día de septiembre provocando que el salón de música retumbara, haciéndose escuchar probablemente por todo Moscú. Youngjae no evitaba lanzarle de vez en cuando algunas miradas discretas a su compañera, la caótica violinista latina y poco a poco se convencía que se le estaba haciendo vicio observarla danzar con energía sobre el lugar, inundando con aquellas excitantes y vibrantes notas llenas de poder. Ya se le hacía costumbre ver aquellos cabellos castaños y cortos bailar al ritmo de su melodía. Y le agradaba; le agradaba bastante.
Alma dejó de tocar la pieza de repente —dada su costumbre— haciendo desafinar a Youngjae que se encontraba con sus sentidos adormecidos. Ella se giró con gracia hacia él con una sonrisa, haciendo danzar el vestido blanco de cuello en ojal y su cadena plateada del cual colgaba una luna. Youngjae se perdió en la cadena; en el dije de luna... realmente le sentaba muy bien en su delgado cuello.
—No puedo creer que suene tan bien Elements en compañía de piano —dijo Alma Alcázar, sonriente y única—. Creo que hemos superado a Lindsey. Sabía que esta pieza no sonaría para nada mal; le he ganado a Alexander.
