V. ¿Por qué a mí?
La mujer mostraba una sonrisa satisfactoria en los labios y en los ojos. Las gotas de sudor resbalaban sobre su rostro haciéndola parecer como de película. Su corazón danzaba al ritmo de Delta Goodrem y cantaba la lírica que se le había impregnado en la mente. Había sido un buen rato lleno de canciones de Delta, como Little too late, Fragile, In this life, entre otras. En cada canción, la mujer platicaba unos minutos con el pianista asiático y luego, volvía a tocar el violín desconcertándolo al instante para ponerse a la par. Ella hacía una cosa y luego hacía otra. Youngjae estaba por volverse loco.
—Eres bastante bueno en el piano —dijo de pronto la violinista latina, en inglés—, pero...
—... ¿Pero? —preguntó el violinista, anonadado y levantando una ceja.
—Aún te falta explotar tu potencial —declaró—. Youngjae quizá eres lo que creo que eres.
—Espera ¿qué? —se confundió a un más, levantando las manos—. ¿Qué cosa?
—Un genio de la música —sonrió la mujer y comenzó a danzar por todo el salón con su Alexandra en manos, como si bailara un vals.
— ¿A qué te refieres? —preguntó el pianista, levantándose del banco en un solo brinco y sin dejarla de mirar. La mujer se giró hacia él con el violín escondido en la espalda, haciendo una acción infantil.
—A que quizá seas como Alexander o como yo —sonrió, ladeó la cabeza tiernamente y cerró esos ojos soñadores—. Un genio.
Youngjae se estremeció. Era como si hablara con una niña; las acciones de ella le hacían sentir extraño.
— ¿Por qué deduces eso?
—Por tu forma de tocar, Youngjae.
La violinista latina se irguió y volvió a danzar por todo el salón de música, haciendo movimientos suaves y alegres, junto a su Alexandra. De vez en cuando miraba al pianista que aún estaba asimilando las palabras de ella, pareciéndole extrañas y rascándose la cabeza.
—Cuando yo llegué —se detuvo de pronto, mirando hacia una de las paredes donde yacía un viejo Cello lleno de polvo; un poco descuidado—, no tenía ni la menor idea del porqué elegí este camino. No tenía ni la más remota idea de quien era en verdad —se giró con un movimiento lento y agraciado, hacia el pianista asiático—. Mi vida había sido un poco aburrida cuando salí de la universidad...
—Espera... ¿qué edad tienes? —interrumpió Youngjae, levantando la mano.
— ¡Eso no se le pregunta jamás a una mujer! —Le gruñó, fulminándolo con los ojos—. ¿Qué crees? ¿Qué soy tan vieja? ¡Pues no! Aún soy joven.
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A MI MANERA: EL TRÍO ÉPICO
Teen FictionTEMA: Afinidad. PREMISA: A pesar de las diferencias de pensamiento, ideologías, caracteres y cultura, siempre habrá una persona afín con el cual se comparte una semejanza. SINOPSIS: A pocos meses del Skripach-Virtuoz, Al...