CAP XII CAOS TOTAL -PARTE 2-

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                               XII. CAOS TOTAL

              XII.II. Tensión e inconformidad. Un secreto.

[Moscú, Rusia]

Los últimos días del verano se pasaron un poco lento para la pareja <<dispareja>> de músicos Alma Alcázar y Choi Youngjae pues, se la habían pasado discrepando por <<cosas>> sin sentido. Youngjae se sentía, hasta cierto punto, consternado ante el cambio tan repentino de la mujer violinista. ¿Será acaso que solamente se había mostrado tolerante y tranquila aquellos días porque su cumpleaños se acercaba? Quizá, era por simple <<amabilidad>>. Aquello mantenía despierto al pianista asiático; le era difícil conciliar el sueño. A veces creía que el actuar y sentir de Alma era simple teatro. No evitaba, de vez en cuando, lanzar algunos suspiros en medio de la oscura habitación; mientras más se acordaba de ella, más extraño se sentía. Muy dentro, añoraba que Alma actuara como en los días pasados... pues, le había hecho sentir que en verdad, podían congeniar; que podrían quizás, llevarse bien.

           Todo comenzó al día siguiente del cumpleaños del pianista surcoreano, aquel 18 de septiembre... Youngjae se había despertado temprano para ir al salón de música a ensayar con su instrumento favorito: aquel piano de pared Yamaha negro. A pesar que era domingo —y que Alexander le había dicho que aquel día era libre—, Youngjae se sentía con los ánimos para tocar algunas piezas. De hecho, ya había elegido alguna pieza a tocar con su compañera: Only You, del K-drama llamado Winter Sonata. Aquella, era una adaptación a piano y violín de la canción. La razón fue porque, aquella noche del 17 de septiembre, cuando se había conectado con su compañera, una melodía había surgido de su interior; se trataba de una pieza lenta, romántica y emotiva que hacía a su corazón vibrar. Al momento en el que los fuegos artificiales interrumpieron la escena, aquella melodía se desvaneció por completo, más Youngjae no la olvidó. Le había llegado en lo más profundo de su ser, le había llenado el alma y, le había estremecido el cuerpo. Cuando el pianista se había despedido de su compañera con el pretexto de ir a dormir, fue a su habitación con la intención de buscar la partitura para piano y violín de aquella melodía. Sí, ya la conocía; se trataba de una canción de un K-drama que había visto y, que a la vez, le había fascinado. Sí, Youngjae era romántico aunque, muchas de las veces, le costaba admitirlo. Él, simplemente no era de las personas que demuestran su cariño en público.

              Youngjae, el simpático pianista surcoreano, había entrado a la habitación con mucho cuidado de no causar un ruido estrepitoso que pudieran perturbar a los instrumentos que allí moraban. Al momento de entrar se percató como estos se estremecieron, pidiéndole en susurros, el ser tocados una vez más. Al girar su vista hacia la derecha se encontró aquel viejo y triste Cello que nadie, ninguno de los moradores de aquella casa, se dignaba a tocar. Youngjae sintió lástima por el instrumento, deseando muy en el fondo, tener el conocimiento necesario para tocarlo. Suspiró y movió ligeramente su cabeza hacia los lados, tratando de sacar aquellos deseos imposibles de su mente haciendo que su cabello despeinado danzara, por unos segundos, sobre su frente.

A MI MANERA: EL TRÍO ÉPICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora