CAP IX. PT I. DÚO ENEMIGO

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NOTA: ¿Qué creen? Sí, otra vez me ganó la inspiración he hice un capítulo más largo que la muralla china, así que estará dividido en cuatro partes. De una vez les aviso jaja... bueno, les dejo los links de las canciones para que sea agradable su lectura. Por favor, comenten que les pareció. ¡Disfrútenlo!

 ¡Disfrútenlo!

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                  IX. Dúo enemigo.

         Parte 1.

[Seúl, Corea del Sur]

Los días se iban pasando muy rápido para Mark cuando se encontraba con Sana; él, deseaba que ella dejara su tristeza a un lado y disfrutara de las pequeñas maravillas que tiene la vida. No valía la pena seguir pensando en Youngjae porque eso —lo sabía Mark— la hería cada vez más. ¡Pobre Sana!, estaba destrozada. Aquel día en el que Mark la encontró en el salón de coreografías sintió que debía distraerla para que se olvidara un poco del tema de Youngjae y de la misteriosa violinista latina; el hecho de saber que quizá Youngjae estuviera cerca de otra mujer, la afligía en demasía.

           En la noche del 4 de septiembre que los chicos de Got7 festejaron a Mark Tuan en casa, Sana se levantó a media fiesta con el pretexto de salir a <<tomar un poco de aire>>. Mark se dio cuenta de ello y rápidamente fue corriendo detrás de ella, dejando a un Kunpimook Bhuwakul hablando solo en la mesa; cuando salió de la casa de los chicos, se encontró con una triste japonesa de piel pálida sentada sobre la banqueta, observando la calle intransitada. Su cabello rubio danzaba con la brisa nocturna del último mes de verano. El rubio delgado se acercó con pasos sigilosos hacia la japonesa y con suavidad se sentó justo a su lado izquierdo, entonces, él se dio cuenta de unas lágrimas líquidas de cristal que resbalaban sobre esas tiernas mejillas, brillando por la luz del único farol que alumbraba el exterior de la casa.

           —Sana —llamó el rubio, fijando sus ojos sobre una destrozada japonesa—, ya no llores. Me estás preocupando bastante.

          —No puedo Mark —dijo Sana entre sollozos, un poco inentendible y se cubrió el rostro con la palma de las manos—. Todo me recuerda a él. Creo que ya te habrás dado cuenta de mi sentir.

          Cierto, Mark Tuan ya lo sabía; lo intuyó cuando salieron con las chicas a comer Sushi, cuando Tzuyu sacó el tema de Youngjae en el extranjero y Yugyeom cometió el error de decirles que una chica lo había pedido. Lo supo de inmediato aquel día con el actuar de Sana; ella estaba incómoda. Ahora, ya lo había confirmado. Mark no pudo evitar sentir una pequeña punzada en el corazón, como si una aguja se le clavara justo en una arteria provocándole un dolor indescriptible. Una corriente helada se coló por debajo de su ropa, desnudándolo por unos segundos para después cubrirlo y penetrarlo, sacudiendo su piel delicada y culminando en un escalofrío. Él, estúpidamente, lo había atribuido al ligero frío de la noche, a aquella brisa cambiante de la transición del verano a otoño. Mark se perdió por unos segundos en un blanco de su mente, ignorando el espacio y el tiempo; miraba fijamente hacia lo profundo de la calle.

A MI MANERA: EL TRÍO ÉPICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora