Todas Contra el Mujeriego

32. La gran noche: El Baile

Finalmente llego el dia. Estaba muy ansiosa por todo lo que sucedería hoy. Estábamos decorando y dejando la musica lista, Nahira, Roxy y Lyah estaban ya preparadas. Incluso creo que Dylan ya estaba preparándose en su casa. Al final, decidí que era hora de marcharme.

—Les diré una cosa antes de irme, si Dylan pregunta por mi le dicen que aun no se si vendré al baile.

—Sabia que algo pasaba entre mi hermano y tu. Pero tranquila, algún plan debes tener y de esta boquita linda no saldrá nada. Y de las chicas tampoco

—Perfecto muchachas, nos vemos mas tarde. En media hora comienza esto y en media hora después estaré llegando. Avísenme cuando Dylan ya este aquí.

Me despedí y llegue a mi casa en un tiempo menos del esperado. Perfecto así no veía a Dylan antes de que saliera de su casa. Y efectivamente así fue, no había rastro de el. Quince minutos después Nahira me envió un mensaje de que ya estaba con ellas pero que no había dicho nada. Tampoco esperaba que preguntara por mi. Así que me apresure a terminar de arreglarme y salir hacia el colegio.

Llegue a lo que suponía ser un baile de mascaras pero no las estaban usando y ya daba igual si las usaban o no. Dispuesta a encontrarme con mis amigas pero por obras del destino karma o lo que sea, a quien primero me encontré fue a Dylan. Y digamos que me gusto verlo porque aunque lo detestara, estaba malditamente apuesto. Además, vio que no iba a perderme el baile por nada del mundo y mucho menos por él.

—Estas hermosa Ellieh Miranda. —dijo mi nombre y fue como si todo lo que estaba tratando de controlar este tiempo fuera a derrumbarse por verlo. —Pensé que no vendrías. 

—Gracias Rogers, pero no te creas tan importante. Si me disculpas debo irme. —le deje ahí con la palabra en la boca, espero que eso lo haya dejado con un poco de ganas de hablar porque necesito dañar un poco su mente antes del reinado.

Las chicas me vieron y ahí les conté mi plan.

—En el reinado se sabrá toda la verdad y no importa si termino suspendida del colegio. Se sabrá todo lo de Megan y no me importa si tu hermano termina mas herido que nunca Nahira.

—Esta bien Ell, pero promete que luego de todo esto nos contaras todo lo que paso.

—Lo prometo.

El Dj notifico que pondría una pista como para hacer el baile de inicio y que cada cual debía tomar una pareja e ir a la pista. Roxy y Lyah fueron invitadas por dos chicos del fútbol, a Nahira la saco a bailar un chico de teatro que siempre estuvo loco por ella. Y yo pues, aquí viendo que todo este yendo bien; hasta ahora. Sentí esa inconfundible respiración muy cerca de mi a través de la música. 

—Se que soy la persona que menos quieres ver, pero concédeme este baile y hablemos. —y ahí cayó Dylan Rogers.

—Claro.

Tomó mi mano y me adentró en la pista.No era la primera vez que bailábamos, solo que esta vez no había alcohol de por medio. Pegó su cabeza a mi oído donde susurraba de vez en cuando que me veía muy hermosa. Solo bailamos una canción de esas que son como suaves que simbolizan el inicio de toda actividad. Mi mente no estaba allí, si no en lo que vendría pronto.

—Espero que lo sucedido con Megan en las duchas no sea para rencores entre nosotros muñeca. —decía convencido de que las cosas quedarían allí.

—Quizá puedan haber cosas peores que un rencor cariño y mas cuando querías tenerme a tus pies. —le dije y me miró muy sorprendido. —Así es, lo escuché en las duchas, pero sin rencores como dices. Gracias por esta pieza

Me retiré y pude ver su cara de chico confundido. Pedí al dj un micrófono para así comenzar el momento esperado.

—Atención compañeros. Esta es una noche especial, y que por lo tanto merece sorpresas de las que nadie podría imaginarse. Sin mas preámbulos, anunciaremos a nuestro rey y reina. El rey es—hice silencio en lo que abría el sobre —Dylan Rogers y la reina Megan Carter. Pasen para su coronación.

Todos estallaron en gritos, no se porque si es lo mas obvio. Los dos subieron a la pequeña tarima y me estaban mirando extraño. Se que ellos sabían que algo traía entre manos y simplemente yo lo estaba disfrutando.

—Por favor —continué hablando —abramos la pista para nuestros reyes y su baile. Dj la música. —La música empezó y finalmente solté la bomba.

—Es importante que todos sepan, que la popular y la Megan que todos desean ya la conocíamos desde hace mucho y no llego de intercambio como pensábamos en un principio. Resulta que Megan es nada mas y nada menos que Salvador Carter, aquel compañero del cual todos sentimos de cerca su muerte hace unos años. Pero no murió, solo fingió para poder operarse y cambiar su sexo para vivir conforme a su deseo de ser mujer luego de declararse homosexual. Así que señores, ahí tienen a su chica popular. 

Entregué el micrófono luego de pedirles a todos que vieran las fotos y siguieran disfrutando el baile. Caminé por el medio de la pista donde Dylan y Megan parecían querer matarme pero ya ninguno me importaba. 

—Te metiste con quien ni debías o quizá la indicada. Todo queda a tu discreción Rogers —dije depositando un beso en su mejilla y continué mi camino.

Ya era hora de yo parar y seguir como si aquí no sucediera nada. Iba bastante inmersa en mis pensamientos, caminando por los pasillos del colegio donde siempre miraba a Dylan, donde vi como acabó con Lyah y Roxy, donde siempre admiré su físico y donde siempre me repetí a mi misma que nunca debía enamorarse de cosas prohibidas e irreparables como el mujeriego Dylan Rogers. Y ya a este punto no sabía si estaba enamorada de él.  Digo siempre me ha gustado e incluso llegue a conocer un poco esa faceta de chico simple que le esconde a todos en el colegio y tuvimos esos besos que no tienes con cualquiera; pero de eso se trataba. De darnos una lección porque llegué a escuchar cuando le dijo a Megan que ese era su plan conmigo e incluso se lo comprobé antes de hacer todo el espectáculo. Sentimientos de amor o no, ambos nos herimos y eso llegó hasta allí; el sería simplemente el hermano de mi mejor amiga y para el sería la insoportable chica que visitará siempre a su hermana. Ambos con el recuerdo de destruirnos.