22. El beso

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Le indiqué a Dylan la habitación y me fui para que se instalara. Además estaba ya muy exhausta.

Era ya bastante tarde en la noche y me estaba despertando mucho. Quizá estaba nerviosa porque Dylan Rogers estaba bajo el mismo techo; digo no es la primera vez ya que me he quedado con Nahira en su casa pero no es lo mismo, esta vez él estaba en mi casa en el cuarto del primer piso.

Mamá me envió un mail que de asunto tenia la información que le pedí, decidí bajar al primer piso por un vaso de agua para volver y leer el mail. Traté de hacer el menor ruido posible para no despertar a nadie. Para mi beneficio el primer piso estaba despejado y al parecer Dylan dormía. Me dirigí hacia el refrigerador en busca de una botella de agua. Mientras buscaba solo sentí una respiración detrás de mi.

— Muñeca que haces despierta a esta hora. Debo admitir que esos pijamas de Bob Esponja te hacen ver muy sexy. —dijo rosando mi oreja muy pegado a mi espalda.

Dios esto no es de mucha ayuda. Al voltearme solo llevaba un pantalón de pijamas de cuadros y su torso desnudo. Un cuerpo maldita y perfectamente trabajado. Como es que nunca me había detenido a verlo así. Ellieh despierta y seca tus babas.

—Vine por una botella de agua. ¿Que haces despierto tu? —dije mientras recorría su cuerpo con mis ojos.

— Te sentí en la cocina y pensé que podrías necesitar algún tipo de compañía.

— No hace falta Rogers, ya me retiro a mi habitación que descanses.

Y fue donde ahí me agarro del brazo y me atrajo hacia el. Sus ojos me miraban fijamente, sentía su respiración muy cerca en mi cara, casi escuchaba sus latidos y los míos. Estaba pegada de ese torso desnudo que podría tocar toda la vida. Sentí como sus manos llegaron a mi espalda y en menos de dos segundos sus labios estaban sobre los míos en un beso. Ese beso vino con caricias, sentía sus manos en mi espalda y las mías iban por su pecho y brazos. Me pegó hacia el gabinete donde comenzó a acariciar mi costado y mordía mi labio inferior. Sentía un hormigueo por todo el cuerpo. Nunca me habían besado de esa manera, ni siquera en sueños. Ni siquiera el día de nuestra cena De momento se sintió una voz desde el segundo piso, creo que era Roxy llamándome.

—Ell, ¿estas en la cocina? —distinguí su voz y si era Roxy. — Si eres tu ¿por favor me traes agua?

—Claro Ro, en seguida subo.

Volví mis ojos a Dylan quien tenia un leve tono rosa en sus mejillas y brillo en sus ojos.

—Debo irme Dylan.

—Descansa muñeca, solo quería mi beso de buenas noches. —dijo y se dirigió a la habitación guiñandome un ojo.

!Y vaya beso! Me sentía bastante acalorada, ¿acaso no bastaba pedir el beso y ya? Subí con las dos botellas de agua donde para mi sorpresa todas estaban despiertas.

— Sentimos ruidos Ellieh, ¿todo esta bien? —Lyah comenzó el interrogatorio

—Si todo esta bien, solo charlaba un rato con Dylan —mentí y al parecer me la creyeron o al menos eso pareció.

—Bueno, pues volvamos a la cama que mañana tenemos que ir de compras para el baile, aunque creo que estaremos de compras toda esta semana y la mitad de la próxima — Nahira y su sentido compulsivo con las compras me matarían.

Ya en la cama pensaba en ese beso hasta que me dormí. Podría decir que ha sido el mejor beso que he tenido en la vida. Beso que quedará en nada porque cuando toda esta falsedad termine cada cual seguirá su camino como si nada hubiera pasado.

Todas Contra el MujeriegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora