Todo parecía sospechoso últimamente, la gente se mostraba pacifica y amable, las cosas fluían en paz; me es tan preocupante que puedo sentir una catástrofe dramática acercándose.
Esta mañana del sábado había salido a correr por el parque para luego hacer las cosas de siempre, salvo que no estuve sola por mucho tiempo.
—¿Que tal Ell, te importa si me uno? —Max se veía bastante animado esta mañana.
—Adelante Max, ¿que tal va todo?
—Bien, aunque en la casa el ambiente anda tenso y demente por lo de la fiesta. No se como has lidiado con ellos todos estos años.
—Créeme, mucha practica y tolerancia. Ustedes los Rogers son toda una situación caótica.
Reímos por mi tonto comentario. Disminuimos el ritmo poco a poco y entramos en la tienda. Hicimos unas compras rápidas y me acompaño a casa. Recuerdo cuando Dylan lo hizo y había dejado mis llaves dentro; luego tuvimos un pequeño momento esa tarde.
—¿Te encuentras bien? —Max interrumpió mis escasos pensamientos.
—Perfectamente, ¿gustas pasar? —dije mientras nos adentrábamos. —Oye, ¿irás a la fiesta? Espero que reserves un baile raro y extrovertido para nosotros—. dije riendo.
—Por supuesto, pero ¿no ibas a ser la cita de Dylan? —ya sabía que no todo fluía normal.
—Tu primo me invito a la fiesta, como amigos nada mas. Solo por cuestión de llevarnos bien luego de todo el drama que ha ocurrido en los pasados días—. Expliqué, pero el parecía confundido.
—¿Que drama o que? —preguntó algo curioso. Así que yo solo abrí la boca para contarle todo, solo que no pude hacerlo.
—Prefiero que te enteres otro día, hoy las cosas están tranquilas mi querido Max.
Mamá entró a la cocina y nos preparó unos sándwiches para que almorzáramos. Al cabo de un rato Max se despidió e hizo prometerle a mi madre que le invitaría un baile porque le cayó muy bien.
—A ver jovencita, ¿hay algo entre ustedes? —casi me ahogo con mi propia saliva al escuchar esas palabras de mi madre.
—Mamá por Dios que te ocurre, solo estamos comenzando a ser amigos. Digo nos conocíamos de hace unos años pero nunca nos hablamos.
—Ellieh basta con ver el destello de sus ojos cuando te mira, deberías conocerlo mejor y olvidar a Dylan. —esta conversación comenzaba a inquietarme. —Mamá no hay nada entre nosotros y eso es suficiente. Por cierto ¿a que hora nos vamos a la fiesta?
—A eso de las siete de la noche preciosa —. Respondió guiñándome un ojo como si tuviera algo planeado, lo cual dejaría a luz publica próximamente porque odia guardar secretos.
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Todas Contra el Mujeriego
Ficção AdolescenteTodas contra el Mujeriego es una historia donde la amistad se pone a prueba, donde la indiferencia es enorme, los amores pueden existir o morir y ocurren cosas esperadamente inesperadas. Atrévete a leer y compartir con los personajes sus divertidas...