En multimedia Jayden Wood.
Ya pasó una semana desde la presentación en la escuela y los profesores han estado más amargados que nunca, pobre de nuestras neuronas y libretas, ya se están saturando de tanta información.
Las chicas no han parado de insistir en que debo de buscar un novio y también prestar más atención a los chicos que me rodean, pero por el momento creo que es una pérdida de tiempo; ya que no lo haré. Además, el chico que me gusta ni siquiera me mira. Trágico y doloroso.
Se están acercando cada vez más las vacaciones, y mi padre quiere que vaya a Miami para visitar a mis primos, lo cual no quiero hacer, ya que están al otro lado del país; además, tengo mucho tiempo sin verlos, y tal vez no quieran estar conmigo. Si... son excusas un tanto estúpidas, pero al mismo tiempo son razonables, al menos para mi, o eso quiero creer.
— Kylie, ¿Qué tanto piensas? – preguntan Alisson y April. — No has parado de mirar a la nada desde que nos sentamos ¿Estarás pensando en tu amado? - inquieren juguetonas.
— En nada, solo tengo hambre. - ignoro su insinuación.
Ellas me miraron incrédulas, pero la verdad es que mi respuesta no se aleja de la realidad. Mi estómago está rugiendo mucho más fuerte que Simba.
Alía se une a la conversación, salvándome del interrogatorio al que me someterían sin ninguna contemplación.
— ¡Oí, que vamos a ir al zoológico!
No estoy del todo emocionada, casi siempre nos llevan al Zoológico, y no soy fan de ver a los animales encerrados y lejos de su hábitat natural.
— ¡Si, por fin van a visitar a sus familiares! - destila su veneno Palmer al pasar cerca de nosotras.
— ¿Y tú iras a destilar veneno con tu prima la cascabel? - ataco. — Aunque tu lengua viperina está a otro nivel, pobre de ella.
Las chicas se ríen.
— ¿Eso crees? - me reta Palmer.
— No lo creo, lo sé. - contraataco.
—No sé por qué siempre pierdo mi tiempo con ustedes. - se aleja.
— ¿Por dónde quedamos? - pregunta Alessia.
— Vamos para el Zoológico. - agrega Ariannis. – Y por fin podré estar un tiempo con Lyan, sin ustedes husmeando. - esto último lo susurró, pero no lo suficientemente bajo porque todas escuchamos.
— ¿Crees que somos acosadoras? Realmente nos estás ofendiendo, pequeño saltamontes. – menciona Charlotte. – Solo te cuidamos. - finaliza con una sonrisa tan grande, que parece más de psicópata que adorable. Siniestro.
En ese momento suena la campana para ir a la cafetería. ¡Por fin! Me estaba muriendo de hambre.
— Kylie, ¿Te esperamos? - dice April.
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Creí que era importante para ti. EDITANDO
Teen FictionMe enamoré de quien no debía y lastimé a quien no lo merecía. Nos herimos en el camino y la destrucción fue nuestro fin. Mis padres lo sabían, mis amigos lo sabían, yo lo sabía, y aun así, me entregué a él, en caída libre, sin seguro y sin regreso. ...