Capítulo 24: "¡Jódete!".

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Estaba todavía en shock, no me podía mover del lugar. Cuando vuelvo a mirar a Jayden vi su ceja lastimada, el me miraba atentamente.

Miró hacia Aiden y el tenía la nariz, la boca y la ceja rota, se le notaba a simple vista. Como impulso me dirijo hacia Aiden, estaba mal. No lo podía dejar ahí.

- ¡Jayden, vete! - le ordené.

- ¡Claro que no me voy a ir! - dijo seguro, el es mas terco que yo.

- ¡Vete! - ordeno nuevamente, pero el no me hacía caso.

- ¡De aquí no me voy sin tí! - dijo decidido.

Vuelvo a mirar a Aiden, está inconsciente, pero podía respirar bien.

- ¡Llama a la ambulancia! - le ordeno. El asiente, saca su celular de su bolsillo y la llama.

- Aiden... - susurré. - No me asustes, abre los ojos, por favor. - le digo, miró a Jayden y el se encontraba de espaldas a mí.

(...)

Pasaron al rededor de 7 minutos, la ambulancia llegó, me pidieron llamar a sus papás. Su mamá se alarmó y empezó a llorar, mientras se escuchaba que Patrick maldecía y golpeaba cosas de fondo. Me asuste mucho.

Jayden estaba sentado en una banca mirando sus manos, me acerco y miro detalladamente la herida en su ceja, es fácil de curar.

- Vamos. - le tiendo la mano, el después de unos segundos la acepta.

Ninguno dijo nada en todo el camino, estábamos en silencio, pero no era incómodo.

Al llegar al jardín de mi casa, el se detiene.

- No voy a entrar. - dice, serio.

- ¿Por qué? Tengo que curarte esto. - digo, tocando su ceja. En seguida salta al sentir me tacto.

- Kylie... - dice.

- No me importa, tengo que curarte eso antes de que se infecte. - le interrumpo.

Vuelvo a tomarlo de la mano, mientras lo llevo a rastras hasta la puerta de mi casa. Las lámparas de mi casa estaban apagadas, estaban durmiendo.

Saco la llave del bolso y abro cuidadosamente la puerta, al entrar jalo a Jayden. Cierro la puerta. El se quedó viendo las fotos de toda la familia que tiene mi mamá en una pared entera. Lo hago subir las escaleras lo más rápido posible, el botiquín está en el baño de mi habitación.

Abro la puerta de mi cuarto y lo empujo para que entre rápido, el se detiene a mirar las fotografías que tengo colgadas encima de mi escritorio. En la gran mayoría están mis amigas, primos, Mason, mis papás y mi hermana.

- Siéntate. - le indico. El seguía viendo las fotos una por una, al final se sienta en mi cama.

Entro al baño, saco el botiquín. Jalo un sillón para estar más cerca de él, al quedar de frente, saco el alcohol y la gasa. Mojo el algodón con un poco de alcohol, al hacer contacto con su piel, aleja mi mano de inmediato.

- Que gallina eres. - digo chistosa.

- ¿Gallina? - asiento. - Por si no lo sabes te defendí. - dice, alzando las cejas, una más que otra ya que la derecha le dolía.

- En ningún momento pedí ayuda. - digo cruzándome de brazos y agitando mis pestañas rápidamente.

El tuerce los ojos, yo ahogo una carcajada.

- Como sea. - dice restando le importancia.

Al terminar de desinfectar, decido hacer dos puntos de mariposa. Mi abuela paterna me enseñó a curar heridas (algunas).

Creí que era importante para ti. EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora