Capítulo 11: ¡Feliz Cumpleaños, Ky!

96 10 0
                                    

En un abrir y cerrar de ojos llegó mi cumpleaños y con él, se multiplicaron mis ganas de dormir y comer

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

En un abrir y cerrar de ojos llegó mi cumpleaños y con él, se multiplicaron mis ganas de dormir y comer. 

Durante todo este tiempo de "duelo y tusa", decidí levantar mis ánimos con lo que fuera; salía a correr todas las mañanas súper temprano, cuando en realidad, odio levantarme temprano. Salí con mis primas y sus amigos cada que me invitaban sin dudarlo, hasta con el estúpido de Logan, y eso, es tocar fondo. No sé si preocuparme o qué, pero cada vez me parecía menos estúpido. 

Retomando el tema importante de hoy, que es únicamente mi cumpleaños, tengo que verme mejor que nunca.

Dirijo la mirada al reloj y veo que son las once de la mañana. Me van a matar. Salgo disparada al baño, lavo mi cara y hago todas mis necesidades.

Me sorprende que mi mamá no me haya puesto las mañanitas, las odio, siempre las coloca a las seis de la mañana y yo a esa hora todavía estoy durmiendo. No es muy agradable despertarse con Vicente Fernández a todo volumen, seguido de los Tambores Venezolanos por más de una hora. Insoportable.

Ya cuando estaba bañada entro a mi armario, me pongo un hoodie y un Jogger de Tie Dye, y mis Nike air force one blancos.

Quito el pestillo de la puerta y cuando estoy a punto de abrirla, esta se abre de golpe y me golpea en toda la cara tirándome al piso.

— ¡Feliz cumpleaños, Ky! - chillan sin percatarse del golpe que me dieron. 

— Puta madre. - susurro, mientras acaricio mi nariz. Dolía.

— ¡Cariño!, ¿Qué haces tirada en el piso?, levántate. - ordena mi mamá.

— ¿De verdad?, no me había percatado de eso. - me apoyo de la cómoda y me coloco de pie.

Mi papá es el primero en felicitarme.

— Mi princesa está creciendo tan rápido. - dice quitándose una lagrima de la mejilla, por un momento me sentí culpable por crecer tan rápido, pero es inevitable. — Me tocará encerrarte en una torre oculta para que ningún pejelagarto te encuentre. - es inevitablemente no reírme de las ocurrencias de mi padre.

— Es inevitable. - susurro.

— Lo sé, cariño.

Mi mamá me mira de pies a cabeza y empieza a llorar desconsoladamente, no lo puedo evitar, siento que mi labio inferior tiembla y empiezo a llorar junto a ella. 

— Mi Ky está tan grande y hermosa. - dice secándose el rostro.

La que sigue es Pía que corre a mis brazos, me abraza y me da un beso fugaz en la mejilla.

Creí que era importante para ti. EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora