Creí que era importante para ti. EDITANDO

Harry y Charlotte. (Sin editar)

POV' CHARLOTTE.

Después del incidente en el ascensor, del cual afortunadamente salimos vivos. Mi relación con Harry había mejorado bastante. Ya ni siquiera peleam... ¿a quien engaño? Claro que seguimos peleando, ningún ascensor ni ningún abrazo ni algún otro contacto físico logrará cambiar eso. Y pues tengo que admitir que me he acostumbrado a siempre pelear con él por cualquier cosa, ya sea por One Direction cuando los insulta y yo como buena Directioner que soy le doy una palmada en la espalda... Una palmada muy fuerte en la espalda, por puto hablador. Pero llegamos a un punto que ahora pasamos casi todo el tiempo juntos; cuando nos vamos en su auto hacia la escuela, en nuestras casas ya que siempre buscamos una excusa para quedarnos en la casa del otro, como esa vez cuando fue a mi casa con la excusa de que venía a que le diera un poco de azúcar para terminar quedándose toda la tarde hablando conmigo. 

Bueno creo que me salí un poco del tema ¿por donde iba? Ah ya me acordé, e incluso pasamos tiempo juntos en la escuela y aunque la mayor parte del tiempo nos la pasemos discutiendo para ser sincera disfruto de los momentos que paso con el. 

 Dios mío eso último sonó muy dulce y empalagoso, creo que me estoy volviendo loca.En fin, y debido a nuestra repentina cercanía pude estar ahí en su casa cuando su primo Ben llegó anunciando que se mudaría con la familia de Harry- maldigo la hora en que le pusieron ese nombre perteneciente a una de las personas más maravillosas del mundo, es un nombre demasiado hermoso para alguien demasiado idiota- Y allí pude conocerlo, hablar con él y llegamos a ser buenos amigos Harry se mostró un poco reacio a dejarme hablar con Ben para conocerlo al principio pero cuando descubrió que este tenía cierto interés en Kylie se quedó tranquilo y me dejo conocerlo mejor, resultó ser alguien agradable aunque un completo y total imbécil inuneural en múltiples ocasiones justo como su primo.  

Familia tenían que ser. 

 Pasaba el tiempo y nos volvíamos más unidos si es que eso era posible, yo siempre molestándolo con que el era Gay y era esposo en secreto de uno de los chicos de nuestra clase, era muy divertido ver las muecas de desagrado y fingida furia que ponía cada vez que lo molestaba con eso, siempre nos terminábamos riendo de las idioteces que decíamos y luego de eso cada quien se iba a su casa y siempre encontrábamos mensajes de alguno de los dos y así nos comenzamos enviar mensajes hasta altas horas de la noche. Estábamos llevándonos de maravilla pero unos torpes sentimientos empezaron a aparecer poco a poco aumentando con el tiempo a una velocidad constante causando que nos pusiéramos nerviosos al hablar el uno con el otro, me sudaran las manos, se me acelerara el puto corazón, Dios juro que una vez cuando dijo que me veía bonita me dio tanta vergüenza que terminé con el rostro totalmente rojo, pero al verlo me di cuenta que el estaba igual y para tratar de disimular se intentaba cubrir el rostro con las manos, ese gesto causó tanta ternura que terminé dándole un gran abrazo él cual el me correspondió gustoso.  

Los sucesos transcurrían y los sentimientos no se iban, se quedaban allí volando en una nube espesa entre nosotros, ni siquiera se iba con las peleas ni el odio que nos decíamos tener, se quedaba impregnado ahí sin alguna mínima intención de irse porque en las peleas cuando nos enojábamos el uno con el otro siempre buscábamos la manera de solucionar los errores y empezar de nuevo, ya que sin darnos cuenta no podíamos estar sin el otro... Aunque si lo sabíamos pero no teníamos la valentía para admitirlo en voz alta por miedo al rechazo inminente. Que prácticamente nos encontrábamos incompletos si no estábamos juntos, un vacío que se instalaba en nuestros pechos cuando enojados nos encontrábamos el uno con el otro, estábamos perdidos... como una especie de barco sin su brújula.Todo eso pasaba entre nosotros, cegados por el miedo de que el otro no sintiera lo mismo que uno sin darnos cuenta que con una pequeña acción podía cambiar las cosas drásticamente, algún impulso guiado por el corazón ya sea el más mínimo podía desencadenar situaciones que podrían fin ha este círculo de inseguridad que nos ahogaba a Harry y a mi.