Diecinueve

23 2 0
                                    

“Vaya, ¿yo soy el chico de tus sueños?” dice Zayn sonriéndome.

“No sabía que me dibujarías a mí,” respondo, aun atónita.

“¿Por qué no? Eres mi novia, ¿no? Ocupas el 100% de mis pensamientos cuando no estás conmigo, y cuando estás conmigo, el 100% de mi cabeza es solo para ti.”

Me ruboricé al oír eso.

“Whoa, eso no me lo esperaba,” respondo viéndole.

“Déjame ocupar tu mente, como tú ocupas la mía,” dice estampando sus labios contra los míos. “Pero, después de terminar de pintar esto.”

“Zayn,” murmuré. “Sé que te parecerá extraño, pero nunca he pintado con aerosol.”

Él me sonríe, mientras se acomoda la mascarilla y me pone una a mí.

Me entrega una lata de aerosol café oscuro, mientras pone su mano encima de la mía y aprieta levemente su dedo contra el mío, mientras la pintura sale y se queda en el cabello de Allie.

“Ahora muévelo uniformemente y rápido, antes de que se corra,” instruye mientras mueve nuestras manos, coloreando delicadamente. Lentamente suelta su mano, y me deja rellenando el trazo.

“Eso, sigue así y no te detengas, o todo se correrá y quedará raro,” dice riendo. Continué como él me instruyó y me sorprendió lo rápido que había terminado y lo bien que había quedado. Bueno, ante mis ojos se miraba bien.

Cuando acabé, tomé la lata de aerosol dorada, y empecé a colorear el cabello de Mackenzie. Se sentía muy bien, como sí una parte de mí empezara a liberarse. Ahora entendía porque a Zayn le apasionaba tanto el grafiti: era su manera de encontrarse a sí mismo. Él ya había terminado con el trazo de Harry, y ahora estaba con el del otro chico. Rápidamente trazamos y rellanamos y coloreamos y difundimos y dimos sombra. Zayn acabó poniendo la frase, “¿Cuál es la diferencia?” en gris, violeta y negro, y nos sentamos en el suelo, exhaustos. La mañana había volado, y parecía que éramos los únicos sin haberlo notado.

“_______,” llama la voz de Zayn mientras me acuesto en sus piernas. Volteo a ver arriba, para encontrarme con sus hermosos ojos miel.

“¿Ah?”

“¿Recuerdas que movieron el skip weekend?”

“Sí,” respondo viéndole fijamente.

“¿Irás a casa?” pregunta. No sabía que responder. No había llamado a mamá para avisarle, y ella quizá no tenía ni idea de que habría uno.

“No,” respondo.

“¿A dónde irás?”

“No lo sé… Me quedaré en Harvard. O iré con Harry.”

“Sabía que dirías eso,” dice sonriendo. “¿Recuerdas cuando mi hermana me llamó?”

“Sí, sí lo recuerdo. ¿Está bien?”

“Sí, sí, claro,” tartamudea.

“Ella está bien, pero tú no. ¿Qué pasa? ¿Por qué tan nervioso?”

“Es que… bueno, ______....” empieza a hablar, como si fuese a decirme algo que me dañaría.

“¿Estás… terminando?” murmuro mientras me levanto de sus piernas, sentándome erguida. Él se ríe.

“Hay ______, no seas ingenua. ¿Por qué habría de terminar contigo?”

“No lo sé, quizá has descubierto lo aburrida que soy y no sabes que hacer conmigo así que me estás echando al caño,” respondo sin rodeos. Él sigue riendo.

l Come as you are lDonde viven las historias. Descúbrelo ahora