Capítulo 28

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Siento la puerta ser golpeada.
- ¿Jasmine, qué estás haciendo?- dice Noah del otro lado.
Desconecto el teléfono rápidamente y suspiro. Abro la puerta y Noah Stone esta recostado contra el marco, tiene una mirada interrogativa en el rostro y esa ceja levantada hace que tenga pensamientos indecorosos. Pensamientos que no debería tener en la casa de mi madre.
- Hice algo horrible- digo con un suspiro.
El frunce el ceño y yo lo estiro del brazo, hasta meterlo dentro del baño y cerrar la puerta con llave.
- Estaba hablando con Josh- digo y al instante el rostro de Noah se vuelve mortalmente frío.
- ¿Por qué?- pregunta en tono duro. Coloca sus manos en mi cintura y aprieta un poco- Sabes que no me gusta que hables con él.
- No empieces- digo peinando todo su pelo hacia atrás- Le dije a Josh que Lila estaba embarazada- digo escondiendo la cabeza en su cuello.
- Lila va matarme cuando se entere- digo contra su cuello. Noah suspira contra mi pelo y parece casi un gesto de alivio. Yo me aparto de el para mirarlo a la cara.
- ¿Qué pensabas que hacía hablando con él?
- Nada- contesta. Pero lo hace demasiado rápido y esto hace que mis sospechas se levanten
- Noah- murmuro. Y no sé porqué su desconfianza hacia mí me enoja tanto. A veces creo que estamos bien y luego el regresa con estos pequeños gestos y poniendo en duda mis acciones.
- No me gusta que desconfíes de mí- digo
- Perdón- dice. Y parece sinceramente arrepentido.- Jasmine, recién ahora estamos dándonos la oportunidad de conocernos. Entiende que para mí no es fácil solo dejarme ir contigo, no después de todo el pasado tras nosotros.
- Y para mí tampoco- digo levantando mis manos a su rostro y acomodando su vista en la mía- Solo te pido que no estés pensando todo el tiempo que voy hacer algo para traicionarte. No lo haré, porque no soy así y porque te quiero.
El sonríe como si le hubiera regalado algo maravilloso y me toma un segundo darme cuenta que por primera vez le he dicho que le quiero. Yo también sonrío como loca y en un segundo el tiene sus manos en mi trasero y me levanta contra el lavabo.
- Me has puesto cachondo- dice sin un ápice de duda
- Eres como un adolescente- digo sonriendo yo como una. Arrastro mis manos desde sus brazos hasta su cuello y suspiro encantada cuando desliza sus labios a lo largo de mi cuello.
- Ahora mismo me siento como un adolescente cachondo- dice contra mi piel, y lo juro el efecto que me produce es electrizante, como una corriente eléctrica que me atraviesa la espina dorsal.
- Noah...- suspiro cuando finalmente sus labios están sobre los míos y en efecto inmediato ambos estamos desatados. Como si sus labios ejercieran tal tipo de descontrol sobre mí que prácticamente olvido donde estoy. Está a punto de desprenderse toda la ropa cuando la puerta es golpeada de nuevo, y el golpe sordo nos vuelve a ambos a la realidad.
- Será mejor que no estén teniendo sexo- dice Lila del otro lado de la puerta. Ambos nos separamos, pero sin dejar de tocarnos completamente.- Jasmine tu madre quiere que bajen a cenar.
Levanto la vista a Noah y está con una sonrisa traviesa en el rostro, de esas que prometen un montón de travesuras. Dios, estoy tan lista para hacer travesuras con este hombre que casi debería darme vergüenza pensar en hacerlas en casa de mi madre. Casi.
- Baja tú- dice ayudándome a bajar del lavabo- Yo necesito otro par de minutos- se acomoda el pantalón cuando lo dice y no puedo evitar estar tentada.
- ¿Quieres que... te ayude?- pregunto mirando hacia lo que presiona sus pantalones.
- Vas a terminar matándome- dice. Se acerca a mis labios y deja un suave beso sobre ellos- Ve, nos vemos en minuto Osita.
Lo dice en tono coqueto y me pregunto si se tomará estos minutos para solucionar su... situación.
- Deja de pensar cochinadas- dice abriendo la puerta y ayudándome a salir del baño
- ¿Cómo sabes que estaba pensando eso?- pregunto alarmada
- Por la mirada soñadora en tus ojos. Ve- me da una palmada en el trasero que resuena en todo el segundo piso y cuando estoy a punto de voltearle la cara con un golpe, cierra la puerta con esa estúpida risa. Maldito Noah Stone.
Yo bajo las escaleras frotándome el trasero y pensado en todas las posibles manera de torturar a Noah.
Me acerco a mi familia que pacientemente está esperando a que la comida sea servida, el ambiente lleno de olor a especias y una cómoda charla que tiene a todos riendo y compartiendo.
- ¿Dónde está Noah?- pregunta mi mamá.
- En un minuto baja- digo. Y mi mamá me mira suspicaz como si supiera lo que el y yo estábamos por hacer en el baño de su casa. Donde viven mis hermanos pequeños. Yo empiezo a mirar a cualquier lugar menos a ella, y cuando Lila se acerca con esa maldita sonrisa tan parecida a la de su hermano, tengo ganas de golpearla.
Le quito la lengua en lo que estoy segura tiene que ser el mohín más infantil jamás visto en la historia del hombre y ella se echa a reír.
Malditos Stones y sus sonrisitas.
Me dirijo hasta donde Tommy está jugando y me siento junto a él mientras hace que dos coches colisionen entre sí.
Noah aparece un rato después y es ahí donde todos nos ubicamos en la mesa para empezar a cenar y donde mi mamá comienza su pequeño ritual para avergonzarme.
- Y... Jasmine, Noah- dice acomodando su tenedor para llevarse una pequeña porción de ensalada a la boca- ¿Cuando vienen los niños?
Me tenso. Siento a Noah tensarse junto a mí. Creo que el mundo entero se tensa.
- Mamá...- digo tratando de disuadirla de hablar sobre esto CUANDO HAY UN MONTÓN DE PERSONAS ALREDEDOR.
- Ya sé que tienen a Tommy, pero Jasmine tu sabes lo difícil que es crecer como hija única.
- Es muy pronto- digo como tratando de zanjar el tema, pero dios mio, mi madre nunca ha sido capaz de entender una indirecta.
- No creo que sea pronto cariño, se conocen hace tiempo. ¿Tu qué piensas Noah?- el aludido pasa la mirada de mí para regresarla a mi madre. Toda la mesa estando pendiente de su contestación, incluso yo estoy intrigada por lo que sea que el dirá sobre esto.
- Pienso como Jasmine- dice garraspeando- Todavía es pronto.
Suspiro de alivio, pero la sensación dura solo un segundo hasta que una estúpida y mortal duda se implanta en mi cerebro.
- No esperen mucho- dice mi mamá retornando a su comida- Harían bebés hermosos ¿Cierto Jeremy?- dice cuestionando a su marido
- Cierto- dice el con cierta sonrisa en su rostro.
Achico los ojos pensando qué están tramando esos dos, pero con otro pensamiento surgiendo de nuevo. Sé que no debería preguntarle y que su respuesta sea cual sea va atormentarme, pero de todas maneras me giro infinitesimalmente hacia Noah, colocando una mano sobre su muslo.
- ¿Quieres niños verdad?- pregunto
Y la única respuesta que necesito es a él tensándose y con la respiración cortada por la pregunta.
- Creía que estábamos bien- contesta él y por supuesto evadiendo la pregunta
- Contesta lo que te pregunté- susurro con vos mortalmente fría.
- Jasmine...- pide él.
- No, no hay Jasmine que valga Stone. Solo contesta.
- Todavía no estoy listo. Ni siquiera estoy listo para hablar del tema.- lo dice de forma un poco brusca y hasta en voz un poco alta pero afortunadamente nadie nos está prestando atención.
Yo asiento, pero no vuelvo a hablar de tema. No entiendo por qué me ha dolido más de lo que esperaba, no ha dicho que no quiere hijos. Solo que no está listo. Tampoco estoy lista, pero no estoy completamente cerrada a la idea y para ser honesta el corazón me duele ante lo poco que parece agradarle la idea a él.
Después de unos minutos de estar en completo silencio solo escuchando como las conversaciones van y vienen alrededor de la mesa, Noah vuelve acercase a mí.
- ¿Estás bien?- pregunta. Yo solo vuelvo asentir aunque sin decir una sola palabra. Pero mi actitud se le ha hecho más que evidente y ahora no deja de mirarme con el ceño fruncido.
- Jasmine- dice como pidiéndome.
- Estoy bien- le digo en tono brusco y zanjando ahora sí el tema.
La conversación no se ve interrumpida por nuestro pequeño altercado pero Lila me dirige una mirada, preguntándome con los ojos si estoy bien. Y al instante un ola de culpa arremete contra mi corazón, siento que he traicionado la confianza de Lila a unos limites insospechados, cuando ella no ha sido más que leal conmigo. De pronto siento como que voy a empezar a llorar, las lágrimas pinchan en la parte de atrás de mis ojos y decido levantarme de la mesa, pidiéndole a Lila que me siga.
Apenas me alejo unos pasos cuando ella ya tiene su brazo alrededor del mío, dirigiéndome a la sala de estar.
- ¿Te encuentras bien?- pregunta preocupada. Trago saliva preparándome mentalmente para su odio.
- Hice algo horrible- le suelto de golpe. Aunque no estoy segura si me escucha o no, sigo hablando- Le dije a Josh que estás embarazada.
La mueca en su rostro es suficiente para que ahora sí las lágrimas desborden mis ojos.
- De verdad lo siento- digo acercándome a ella que se aleja un paso para que no pueda tocarla.
- Lila- pido. ¿Qué? No estoy segura, tal vez que no me odie por el resto de su vida. 
- No pensé que harías esto- susurra como si no pudiese comprender lo que está pasando.
El timbre suena, y el sonido hace que las dos nos sobresaltemos. Ambas mirándonos fijamente, ella no pudiendo creer lo que hice y yo odiándome con el dolor que le estoy causando.
- Aunque no lo creas lo hice por ti- digo. Y mi voz suena amortiguada y extraña por mis lágrimas.
- Lo sé- dice se acerca un paso y antes de estar segura de si lo que está buscando es un abrazo me lanzo yo por uno.- Todavía me duele- dice.
También a mí, quiero decirle. 
- Lo siento- vuelvo a decir- Perdón.
- Lila- ambas nos tensamos en el abrazo.
Josh.
Dios, no puedo creer que haya venido hasta aquí. En ningún momento le dije dónde estaba Lila, y me sorprende lo rápido que ha dado con ella.
- ¿Estás lista para hablar ahora, muñeca?- ella se tensa aún más. Como conteniendo la rabia que ese comentario le produce. Se enfrenta a él, si apartar la mirada de sus ojos y el ambiente puede ser cortado con un cuchillo, por lo tenso que se encuentra.
- ¿No pensabas decirme nunca que estabas esperando a mi hijo?- pronuncia las palabras sin emoción, aunque sus ojos están diciendo otra cosa, parecen arder con rabia contenida.
- Josh- digo intentando calmarlo.
- Voy a pedirte que no te metas en esto preciosa- dice sin siquiera mirarme. No es capaz de alejar un centímetro la vista de los ojos de Lila ¿Cómo es que no le ven? La gente normal no se mira de la manera en la que ellos lo hacen, no demuestran tanto con solo mirarse.
- Vamos- demanda Josh extendiendo la mano hacia Lila. Ella que desde que Josh entró a la habitación no ha dicho ni mu, se subleva.
- No pienso ir a ningún lado contigo- dice altanera.
- Escúchame bien mujer- dice Josh acercándose y tomando su brazo- Te he dado espacio, tiempo y hasta te perseguido como un maldito perro faldero. Se ha terminado, deja de comportarte como una niña pequeña y ven conmigo para que podamos hablar. Estoy cansando de tu actitud y no voy a dejar que sigas manteniéndome alejado.
Sin esperar que ella conteste, la toma del brazo y ambos caminan hasta la salida.
Siento una especie de alivio porque finalmente se darán la oportunidad de hablar y rezo a dios que finalmente puedan arreglar la situación.
Regreso al comedor, me siento junto a Noah, y escucho atentamente mientras mi mamá hace planes para viajar.

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