Capítulo 38

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Mis lágrimas me nublan la visión, pero aún así no aparto la vista de Noah, de esos maravillosos ojos que extrañé tanto.
Noah levanta la mano, tiene una vía conectada en ella, y la sube por mi mejilla secando mi llanto.
- No llores Osita- dice con la voz ronca y rasposa- No es bueno para ti llorar tanto.
Yo niego. Pero no digo nada, es como si fuera un maravilloso sueño para mí el poder verlo. Por un segundo, cuando su pecho dejó de moverse, sentí que perdía una parte de mí. Pero está aquí, está conmigo.
- Quiero que te pongas bien, Noah- digo besándole con una suavidad extrema en los labios- Estos moretones te dejan muy feo.
El hace una mueca, pero puedo ver la sonrisa en su mirada.
- Siento mucho lo que pasó, Jasmine- dice alejando su mirada de la mía- Cuando desperté y te vi en ese colchón pensé que estabas muerta. Nunca había sentido tanto miedo en mi vida.
- También estaba asustada, cariño- digo enlazando nuestros dedos- No puedo pensar en ello sin sentir ganas de llorar. Hoy casi te pierdo, Noah. No quiero volver a sentirme así jamás.
- Mi padre está loco. Ha sido consciente del estado de Roger y aún así no ha hecho absolutamente nada para frenarlo, desde que las cajas empezaron a llegar mi padre supo que era él y lo encubrió. El casi acaba con nosotros. Hirió a Marcus, también a Javier y acabó con Melissa, el bastardo está loco.
- ¿Noah, todo lo que dijo era verdad?- pregunto- ¿Le hiciste desaires a Roger cuando lo conociste?
Noah aparta la mirada y frunce el ceño.
- No recuerdo haberlo conocido. Probablemente lo hice, yo era un idiota Jasmine, no creo que hayas olvidado eso. Estaba demasiado seguro de mí mismo, era arrogante sin duda. Tal vez es mi culpa que mi hermano esté loco.
- Eres diferente ahora, Noah- digo
- Crees eso porque me amas.
- Creo eso porque veo el hombre maravilloso que eres hoy. No quiero que pese en ti, Noah.
-Pero lo hace, nena. No sé que ha sido de él y sabiendo lo loco que está todavía tengo miedo por nosotros.
- No pienses en eso ahora- digo tratando de evitar el tema. No quiero decirle que yo también siento miedo de lo que puede pasar-  ¿Vas hablar con la policía sobre lo que sucedió?- pregunto
- Por supuesto. No importa lo que mi papá diga, ese loco tiene que estar preso- dice vehemente
- Bien, iré a decirle a mi abuelo que vuelva a llamar a la policía. Han estado aquí antes, pero no te encontrabas en condiciones para declarar.
- No. Acuéstate un mi lado un momento más y déjame disfrutar. No estoy preparado para dejarte ir todavía.
Complacida me acomodo junto a él.

Voy a casa esa noche. No he visto a Tommy desde el accidente, pero sé que Lila y Josh están con él. Para el momento que llego a mi casa toda mi familia está reunida en el lugar. Tenía la intención o tal vez la leve esperanza de dejar toda la situación fuera del alcance de mi madre. Pero apenas al poner un pie en mi casa, ella invade todo mi espacio personal para agobiarme. Todos los músculos de mi cuerpo aún duelen y el ser estrechada tan fuerte hace que sea evidente todo lo que he sufrido.
Mi mamá llora en mi hombro dando hipidos y murmurando cuan preocupada se encontraba por mí. Al final termino siendo yo la que la consola a ella.
Jeremy y mi abuelo preguntan sobre el estado de Noah y también sobre lo que sucedió, pero no tengo ganas de hablar sobre eso. Después de un rato mi familia se resigna, ya que he declinado todas sus ganas de ayudarme, finalmente entienden el mensaje y se van.
Tommy me mira desde el otro lado de la habitación, tiene los ojos tristes, no sé si el entiende o es consciente de todo lo que sucedió, pero supongo que puede entender la tensión que hay.
Y no es que pueda ocultar las vendas en mis muñecas.
- Me vendría bien un abrazo- digo. Tommy se acerca corriendo y me abraza. Me pongo a su nivel para que pueda hacerlo mejor.
- Te extrañé mucho mi niño- digo contra su pelo. Siento que el empieza a llorar y su pequeño cuerpo empieza a temblar.
- ¿Tommy qué sucede?- pregunto intentando separarlo de mi cuerpo, pero el se aferra a mi cuello con fuerza. Pero su cuerpito tiembla descontroladamente.
- Tommy me estás asustando, cariño- digo frotándole la espalda- Dime que sucede- pido. Intento separar su cuerpo del mío y finalmente lo consigo. Sus ojos rojos y pestañas húmedas son lo primero que noto.
- Noah no va volver- dice con la voz rota, su barbilla temblando sin control- Escuché a la abuela decir que le dispararon, mami. ¿Me quedé sin papá?- dice, las lágrimas sacudiendo su cuerpo.
Es imposible no llorar. Ni siquiera pude contener el sollozo que se me escapó.
- Noah va volver, Tommy- digo volviéndole abrazar- En unos días va volver a casa cariño, lo prometo.
- Por favor no me mientas mami- dice aferrándose de nuevo.
- No te miento. Mañana puedo llevarte a verlo- digo intentando una sonrisa. El asiente aunque todavía no termina de creerme- Te prometo que mañana te llevo.
Tarda un poco en calmarse, pero hago lo necesario para que lo haga y pasamos el resto del día en el sofá, viendo películas viejas y comiendo lo que sea que encontramos. Es como estar en nuestro pequeño mundo, solo mi pequeño y yo. Por alguna razón me encuentro asustada sobre el nuevo bebé, no tengo idea de cómo Tommy va tomarlo. Nuestra familia es muy reciente y tal vez la idea de compartir a sus padres con un hermano no sea tan agradable para Tommy.
Pero intento no pensar en eso hasta que Noah y yo tengamos la oportunidad de decirle.
Es muy temprano en la mañana cuando Tommy me despierta para ir al hospital. Creo que apenas hace unos segundos que he cerrado los ojos y ahora Tommy está saltando a mi alrededor para que me apure y podamos salir.
Me siento tan cansada. Suspiro mientras veo a Tommy completamente vestido con pantalones y una camisa. ¿Cómo es que siquiera sabe ponerse esa ropa?
Salimos a la calle con Tommy agarrando mi mano firmemente mientras subimos a la parte de atrás del coche. Javier nos lleva hasta el hospital con una pequeña charla, y apenas detiene el coche Tommy ya está fuera de el.
- Vamos- dice arrastrándome con ambas manos.
- Tommy ni siquiera sabemos si está despierto- digo caminando lo más rápido que puedo.
- Papá siempre despierta temprano- dice frunciendo el ceño.
Sí, es verdad. Noah siempre despierta temprano.
Llegamos a su habitación y Tommy es el primero en entrar. Tal vez el no creía que Noah de verdad estaba bien. Se queda de pie mientras observa a Noah.
Noah todavía está tiene vías y su cara luce aún peor que ayer, los tonos lila y verde dominando la mayor parte de su cara. Pero tiene una enorme sonrisa en su rostro al ver a Tommy.
Mi corazón está derritiéndose como chocolate fundido.
- ¿No piensas darme un abrazo?- pregunta Noah al ver que Tommy no reacciona.
El asiente, solemne y se acerca a Noah con paso decido. Trepa hasta la cama y sin la menor delicadeza se arroja a Noah.
Noah hace un gesto de dolor ante el efusivo gesto de mi niño pero igual corresponde al abrazo.
Ambos nos quedamos de piedra cuando escuchamos los sollozos de Tommy.
Noah me mira sorprendido y yo abro los ojos al escuchar también.
- ¿Qué sucede Tommy?- pregunta Noah
- Yo creí que moriste, papá- dice Tommy separándose. Se seca los ojos y los mocos con el dorso de la mano y sin poder evitarlo extiendo un pañuelo por su rostro para limpiarlo.
Dios, soy mi madre.
- Dios chico- Noah intenta levantarse y lo consigue- No llores. Estoy bien, lo prometo- señala su cara haciendo un gesto- Este desastre se irá en unos meses y volveré a ser el guapo hombre que tu madre quiere.
Sonrío con su intento de aligerar el ambiente.
- Te extrañé- le dice Noah a Tommy, pero el se mantiene en silencio solo abrazando a Noah.

Pasamos el resto del día hablando, en algún momento Tommy se queda dormido y se acomoda junto a Noah.
Nosotros no dejamos de hablar, de planear lo que haremos a continuación. Y sí, en algún momento puse la idea de volver a la casa donde estábamos, era seguro para nosotros ahí. Pero Noah quiere acabar con esto de inmediato. Como si fuera demasiado fácil. Ahora que su hermano se ha ido o escapado, y que sabemos que tiene el apoyo del padre de Noah será incluso más difícil encontrarlo.
¿es que no ve que el hombre está completamente loco?
Sí, entiendo que ha tenido una vida difícil ¿Pero no la ha tenido todo el mundo?
No es razón para andar agrediendo gente y mucho menos para acabar con mi marido.
Pero por mucho que quiera ponerme una capa y ser la heroína en esto, no puedo.
Mis acciones egoístas e impulsivas se han detenido. No solo estoy pensando en mí y en lo que quiero ahora, sino también en los miembros de mi familia. Y no importa lo escéptica que esté sobre dejar esto en manos de la policía sé que debo hacerlo.

Para nuestra suerte, Noah fue dado de alta al día siguiente. Los cardenales en su rostro siguen feos pero sus zona cerca de su boca ha mejorado bastante. Solo me pregunto cuándo toda su cara dejará de lucir como si fuera un maldito arcoíris.
Noah no puede moverse con facilidad así que no instalamos en una especie de campamento en la habitación. Lila ha traído suministros para un batallón y luego se ha marchado. Estoy feliz de pasar tiempo con mis personas favoritas en el mundo.
- Tenemos que contarte una cosa chico- dice Noah recostado contra la cabecera de la cama.
Tommy deja el pedazo de pizza que estaba a punto de llevarse a la boca y lo observa.
- ¿Qué pensarías si te dijera que dentro de poco tendrás alguien nuevo para jugar contigo?- pregunta Noah
Tommy se encoge de hombros y cambia su atención hacia mí.
No sé cómo hacer esto y francamente la sutileza nunca ha sido lo mío.
- Vas a tener un hermanito- le suelto
a Tommy.
El me mira con sorpresa hasta que una sonrisa de extiende en su rostro.
- Genial- dice aplaudiendo una vez y poniéndose de pie- ¿Vamos a ir a comprarlo ahora?
¿perdón, qué?
- ¿Comprarlo?- pregunta Noah confundido.
- Sí- dice Tommy simplemente- ¿Dónde vamos a comprar a mi hermanito?
- Cariño, los bebés no se compran- explico- Ellos crecen aquí- digo señalando mi vientre.
El me mira sorprendido y se acerca inseguro.
- ¿El está ahí ahora?- pregunta
- Lo está- digo sonriéndole.
- Entonces sácalo, mami- pide el impaciente
- El todavía tiene que crecer un poco- explica Noah- Y cuando sea más grande saldrá y podrás conocerlo.
- Es como lo que crece en el estómago de tía Lila- dice sonriendo.
- Exacto- digo. Extiendo mi mano hacia el para acercarlo a mí- ¿Estás emocionado por tener un hermanito?
- Sí. Pero me gustaría tenerlo ya. ¿Falta mucho?
- Es una pena pero sí- digo
- ¿Mami cómo llegó mi hermanito ahí?- pregunta Tommy
Noah empieza a reír desde su lugar y yo lo censuro con la mirada.
- Papá lo metió ahí, hijo- dice Noah entre risas.
- Ten cuidado con lo que dices, Stone- digo entre dientes lo que provoca que Noah se ría más fuerte y Tommy nos mire como si estuviéramos locos.
Probablemente lo estemos. Pero al menos estamos juntos.

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