Capítulo 11

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La prueba del vestido es a las 11 de la mañana. Joan la madre de Noah mi mamá y Lila están fascinadas con el diseño y no dejan de alagarme.
Joan me toma la mano
- ¿Cariño cuándo se casaran por la iglesia?
Ay Jesus.
- Todavía no lo decidimos. Tal vez en el futuro- digo
- Es importante cielo, Dios debe bendecir esta unión- dice ella como fuera terrible no hacerlo.
Yo le sonrío y las acompaño al coche. Lila y ella suben y se alejan y yo me quedo parada con mi mamá mientras esperamos a Jeremy.
- ¿quieres que almorcemos juntos?
- No ma, iré a ver a Noah- digo
- Oh está bien cielo. Nos vemos- me da un beso y se sube al coche. Yo tomo un taxi y me dirijo al edificio de Noah Stone.
Andy me abre la puerta y yo le lanzo un beso.
- Un gusto verla señorita- sonriendo. Yo asiento, le saludo y empiezo a caminar hacia el elevador.
Subo hasta el piso de Noah y ahí esta Melissa. Alias, la secretaria que quiere comerse a mi prometido.
- Melissa- la saludo y ella se sorprende y mira nerviosa a la oficina de Noah.
- Señorita Sanders- vuelve a ver nerviosa la puerta de Noah. Raro.
- Voy a ver a Noah- digo avanzando y ella se levanta.
- Señorita Sanders, el señor está en una reunión- dice nerviosa.
Suspiro
- Ya pasamos por esto Melissa- digo mirándola.
- No miento- dice ella en un arrebato.
- seré franca. ¿Te gusta mi prometido?- digo firmemente.
Su mirada sorprendida me causa gracia.
- Por supuesto que no- dice sorprendida por mi pregunta.
- Bien, no te creo, pero bien- contesto.
- Señorita Sanders, ¿puedo ser franca con usted?- pide ella.
Yo asiento.
- Si Noah me gustara usted ya lo sabría- dice llanamente.
Wow. Respeto lo que ha hecho.
- No miento, el señor está en una reunión- dice volviéndose a sentar.
- Jasmine- me volteo y veo al mejor amigo de Noah, Marcos.
-Hey- le saludo
- ¿Vienes a ver a tu prometido?- pregunta.
- Tenía ganas de ver a mi osito- le digo sonriendo.
- Eres imposible- me da un corto abrazo y se acerca a Melissa.
- Mel te traigo estos contratos, Noah debe firmarlos antes de las tres- dice tendiéndole los papeles.
- Está bien señor- a Melissa le tiembla un poco la voz lo que me hace mirarla más de cerca.
- Gracias hermosa- Marcos no tiene idea de lo que esta haciendo, si lo supiera notaría que a Melissa se le enrojecen las mejillas. Interesante.
- Nos vemos luego Jasmine- dice levantando una mano hacia mí.
- Adiós nene- digo lanzándole un beso.
Me acerco de nuevo a Melissa y le sonrío ampliamente.
- ¿Quiere un café?- pregunta
- Te gusta Marcos- digo sonriente.
Ella se queda callada durante un momento.
- Le dije que no me gustaba Noah- encogiéndose de hombros.
- Me estás agradando- digo
Ella sonríe.
Escucho que la puerta de Noah se abre y volteo. Pero no lo veo a él. Aparece una mujer. Lleva un vestido rojo muy inapropiado en especial porque es mediodía. El cabello negro en ondas y mucho carmín en los labios. Ellos no me ven y aprovecho para mirarlos. Todas mis alarmas están en alerta máxima.
- Nos vemos en dos días hermoso- estoy hirviendo- Llámame- acerca sus labios, de aquel rojo fulana y los pone a centímetros de los labios de Noah. Veo rojo.
- OSITOOOOO - me acerco y beso a Noah en los labios subo mis manos hasta su cuello. No le doy tiempo de pensarlo. - Osito, hueles de maravilla- digo en su cuello.
- Jasmine- dice apartándome un poco. Me dice con los ojos que me calme. Yo volteo y miro a la mujer de frente. Me mira como si yo fuera poca cosa, insignificante.
- Soy la prometida de Noah, Jasmine y ¿tu eres? - pregunto levantando una ceja.
Me mira durante un segundo y pone una sonrisa falsa en los labios.
- Julia Torres- dice teniéndome la mano. Por un breve instante estrechamos nuestras manos.
- Es una amiga y también inversionista de la constructora- dice Noah
Yo sonrío, aunque tal vez parezca una mueca de asco. Amiga, ja.
- Un placer- le digo
Ella no me contesta
- Nos vemos luego cielo- le dice a Noah y se aleja al ascensor. CIELO. CIELO. CIELO
Noah la ve alejarse y después se acerca a mí.
- ¿Qué necesitas Jasmine?- inquiere.
Uff se ha acabado el Noah políticamente correcto.
- A ver Osito, en mi primer lugar cambia esa cara- digo pasándole un dedo por el ceño- Y en segundo, ¿quien demonios es esa zorra?
- No hables así, entra. - dice
- No, quiero que vayamos a comer tengo hambre- digo estirando su mano.
- No puedo salir- se acerca a Melissa- ¿podrías ir a buscar unos sándwiches?- pide
- Sí señor- contesta ella
- Y una coca- le digo
Entramos a la oficina y me siento en la silla de Noah.
- A ver Osito. ¿Quién era la gata en celo que estaba aquí? - digo levantando los pies en el escritorio.
Noah me mira mal.
- Es una amiga y desde hace unos años una inversionista- explica
- Seré más clara. ¿Te acostaste con esa mujer?-
- Hace mucho, sí- dice el como si nada. Pero no estoy convencida.
- ¿Cuándo fue la última vez?-
Inquiero
- Jasmine no es necesario que...- intenta persuadirme él.
- ¿cuándo?- vuelvo a preguntar.
- Hace 4 meses.
La madre que te...
- Genial- contesto. Y mi mal humor se agrava.
Melissa toca la puerta y entra con una bolsa de comida, una Coca Cola y jugo de naranja.
-Gracias Melissa- le dice Noah. Ella se retira y yo empiezo a comer.
- Hoy tuve la prueba del vestido- comento.
- Perfecto, yo también ya tengo el smoking-dice él.
- ¿Invitaste a Marcos verdad ?
- Lo hice
- ¿sabes si está viendo a alguien?- Me mira extrañado
- No, el solo tiene "chicas" de vez en cuando- me explica.
- Bien, quiero que invistes a Melissa
El sonríe.
- Sé lo que intentas hacer- dice mirándome.
- No sé de que hablas- finjo inocencia.
Noah recibe llamadas incluso cuando está comiendo. Me asombra que trabaje tanto. Le dejo un escrito mientras el continúa al teléfono y salgo a hablar con Melissa.
- Me lo tienes que contar todo sobre esa mujer- pido.
- La odio- dice Melissa-  y debes tener cuidado con ella. Quiere acostarse con el jefe.
- Lo noté. ¿qué más sabes?- pregunto
Ella se muestra reacia a darme información.
- Está divorciada. Busca cualquier excusa para hablar con Noah y viene por lo menos dos veces a la semana.
- Estás invitada a mi boda. Es el sábado. Es pequeño solo unas 20 personas. Pero te sentarás junto a Marcos Savage. No me lo agradezcas.
Le lanzo un beso y corro al ascensor.

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