Capítulo 36

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No estoy segura de haber escuchado bien.
-Eso es imposible, Noah- digo negando con la cabeza.
- Al parecer no- dice estirándose del cabello con ambas manos.
- Mi papá tenía dieciséis cuando conoció a la madre de Roger. Sin más palabras la dejó embarazada y luego huyó como un cobarde. Después de algunos años conoció a mi mamá y yo vine al mundo y Lila por supuesto. Me dijo que estaba arrepentido por dejar a la mamá de Roger y se puso a buscarla. La encontró y el imbécil decidió quedarse con ella también, ha llevado una doble vida desde entonces, y todo estaba bien hasta que decidió que yo debía quedarme con toda la empresa. Por supuesto Roger no estaba para nada bien con eso. Mi padre me dijo que siempre ha sentido celos de mí pero lo que mi padre pensaba hacer ha desencadenado todo lo que nos hizo. Y aunque es muy retorcido, lo entiendo. Mi papá lo puso siempre en último lugar a pesar de que es su hijo. Lo conozco, encuentra formas de hacerte sentir un mierda de manera fácil.
- Noah- digo tomándolo de la mano- Tu no tienes la culpa.
- El tipo me odia, Jasmine- dice suspirando- Y el problema no es solo ese, sino que se ha dado como misión acabar conmigo.
- Entonces está confirmado, es él- digo,
Noah asiente.
- Roger es quien quiere acabar conmigo- dice

Tommy está acostado sobre mi estómago mientras Buscando a Nemo se reproduce en la televisión de su habitación. Mi madre lo ha dejado en mi casa esta mañana.
Noah está con Marcus viendo como se encuentra. No quiero preocuparme mucho porque no quiero dañar el estado del bebé, pero aún así siento que es cada vez más difícil encontrar un segundo de paz desde que hemos vuelto y no puedo hacer otra cosa más que extrañar ese pequeño pedazo de cielo que tuvimos ahí.
Tommy se queda dormido después de un par de horas y yo me quedo en la sala tratando de terminar un poco de trabajo, pero no me puedo concentrar. Así que empiezo a dar vueltas por el departamento y sin darme cuenta me quedo dormida en el sofá, hasta que Tommy me despierta para comer.
- Mami- dice poniendo una mano sobre mis ojos e intentando abrirlos.
- ¿qué sucede?- pregunto adormilada.
- Tengo hambre- me levanto del sofá y empiezo a caminar hacia la cocina. Tommy trepa hasta la silla frente a la isla y me mira expectante. Todo el personal de la casa se ha ido como medida de seguridad, pero nunca me había dado cuenta de todo lo que hacían por nosotros hasta que dejaron de estar. Extraño a Eva más que a nadie, no es que sea mala cocinera pero la comida que ella preparaba para nosotros era celestial, nada comparado con lo que yo puedo hacer.
- ¿Qué te gustaría?- pregunto colocando mi mentón sobre ambas manos.
El se encoge de hombros.
- Bien- digo golpeando la mesa- Te sorprenderé- digo.
Sé hacer pasta pero es casi lo único que hemos comido estos últimos días así que opto por otra cosa. Tal vez pollo, empiezo a cortar verduras y a colocarlo todo en una fuente junto con el pollo y luego meterlo a al horno.
Eso fue fácil.
Noah regresa antes de que lo saque del horno, no sé ve muy bien pero a pesar de todo está sonriendo al saber que he metido la mano en la cocina.
- ¿Comeremos pasta?- sentándose en el sofá junto a nosotros.
Entrecierro los ojos hacia el.
- Si no te gusta te quedas sin comer, Stone- digo cruzándome de brazos.
El ríe ante mi arrebato y empieza estirar las manos tratando de atraparme. Ni siquiera lucho cuando me apoya sobre su pecho. Por Dios soy tan fácil.
El baja la cabeza y me da un beso en la nariz sonriendo.
- ¿Por qué siempre se están besando?- dice Tommy con cara de asco junto a nosotros.
- A tu mamá le encanta- dice Noah lo que provoca que le golpee en el pecho con el codo.
Tommy frunce los labios y me mira en la espera de una confirmación, yo me encojo de hombros y si es posible la cara de Tommy se frunce aún más.
En un movimiento rápido Noah estira a Tommy hasta nosotros, hasta que está en nuestras piernas y empieza un ataque de cosquillas que nos hace reír a los tres como locos. Tommy se retuerce sobre nosotros, riendo tan fuerte que es mágico y Noah lo sigue en expresión viéndose de alguna manera aliviado y no lo sé, tal vez libre.
Tommy se retuerce con fuerza, grandes carcajadas saliendo de él y pequeños grititos de alegría.
- Basta, basta, basta- dice empujando con sus piernas el pecho de Noah- basta papá.
Noah y yo nos congelamos y clavamos en la mirada en los ojos de ambos.
No voy a llorar, me juro.
Pero mientras más lo pienso las lágrimas empiezan a acumularse en mis ojos.
Tommy respira agitadamente y se levanta de nuestras piernas hasta quedarse sentado.
Nos mira confundidos, no entiende qué es lo que nos mantiene en silencio.
Las lágrimas sin duda están cayendo ahora y cuando me doy cuenta las de Noah están a punto de hacerlo, su barbilla temblando fuera de control.
-¿Es porque te dije papá?- pregunta Tommy tímidamente- Porque puedo dejar de hacerlo si no te gusta.
- ¡No!- gritamos Noah y yo al mismo.
- No- vuelve a decir Noh más despacio. Se aclara la garganta y murmura- Me agrada, me agrada mucho que me llames así- dice
Oh por dios, mi corazón no deja de hacer toda clase de bailes locos.
Tommy asiente de esa manera tan solemne que tiene y sonrío aún entre lágrimas.
- También me gusta llamarte papá. Pero no me gusta que mamá y tu se besen todo el rato es asqueroso.
Entre las lágrimas empiezo a reír y abrazo a mi niño.
- Eres lo más lindo que tengo- le digo.

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